Mientras la elite del Partido Acción Nacional (PAN) ya dio el primer paso hacia la competencia electoral de 2027, en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no dan señales de pretender revestirse con otra indumentaria que no sea la del perdedor. El relanzamiento panista señala un intento de presentarse ante la opinión pública mexicana como una opción para quienes no están conformes con el rumbo escogido por MIRENA para este país. Aunque para la dirigente de MORENA, Luisa María Alcalde, quienes dirigen al PAN son “conservadores, traidores, detractores y mentirosos”, un repertorio de calificativos heredado por López Obrador, en realidad forman parte de la experiencia oposicionista que pretende reposicionarse para competir electoralmente con la solvencia de otros años. Para el PAN ya era hora de dar ese paso para acomodarse a circunstancias muy diferentes de cuando le competía al PRI, su adversario histórico, era el destino de este gran país; sin embargo, las condiciones objetivas del México del naciente siglo XXI lo obligaron a hacer alianza con sus antípodas políticos e ideológicos, el PRI y el PRD. Uno de ellos, el PRD, ya desapareció, el PRI lucha por sobrevivir como partido bisagra, ya nunca más hegemónico.
El PAN ha podido dar ese paso de relanzamiento porque mantiene cuadros activos con experiencia, aunque no hay completa armonía a su interior y padece crisis recurrentes los unifica la lucha contra el nuevo antípoda ideológico. No ocurre igual en el PRI, su sangría desvaneció sus cuadros más representativos y de experiencia, además, no tiene sangre nueva. Su dirigente nacional, “Alito” Moreno está más ocupado en su sobrevivencia política personal y en la defensa de su patrimonio que en el futuro de su partido, y quienes lo acompañan en el usufructo de lo que queda del PRI ninguno luce con los tamaños para promover un poco probable resurgimiento priista. En ese diagrama de partidos opositores se encuentra Movimiento Ciudadano, que, sin el impulso de su fundador, Dante Delgado, no parece contar con los alcances suficientes para ser realmente competitivo pese a que las circunstancias le son favorables. La forma en cómo fue despojado este partido de las alcaldías de Papantla y de Poza Rica en Veracruz demuestra la debilidad contestataria de Movimiento Ciudadano, Dante ya hubiera convocado a una protesta nacional, en contraste con su actual dirigencia que no responde con la contundencia requerida. En ese contexto, el próximo año se incorporarán nuevas siglas partidistas, las de nuevo cuño no podrán aliarse en la competencia electoral de medio sexenio, en 2027, pero estará en juego la mayoría absoluta de la Cámara de diputados federales, lo cual refleja la importancia de cómo se estará reconfigurando el tablero político. |
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