En todos los seres humanos, aún en los políticos, debe prevalecer los rasgos mínimos de valores y rasgos mínimos de ética congruencia y si se me permite, hasta de honestidad, en éste contexto, el imponer a un hijo como candidato a la gubernatura, aparte de ser una falta de respeto absoluto al pueblo veracruzano, es una falta total de ética y honestidad; imaginémonos por un momento que, el hijo impuesto alcanza la gubernatura ¿Con qué calidad moral podría cuestionar la administración de quien nos gobierna en estos momentos?
Porque más allá de esas circunstancias, tenemos al otro hijo del gobernador que fue impuesto como alcalde de uno de los municipios más prósperos del Estado, el puerto de Veracruz. No se puede, no se debe ser juez y parte, el gobernador no es el dueño de Veracruz como alguna vez tuvimos la mala fortuna, los veracruzanos, de tener un gobernante que tuvo la plenitud del pinche poder y también se sentía dueño de la entidad, nos referimos a Fidel Herrera Beltrán. Falta que los veracruzanos apoyemos con el sufragio, el nepotismo electoral de Miguel Ángel Yunes Linares.
Al actual gobernador de Veracruz, quien presume de ser intachable, sus acciones lo delatan y muestran lo contrario; así lo demostró cuando fue Secretario General de Gobierno del Estado y después, presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Veracruz y lo está demostrando ahora, al adueñarse de un partido que se precia de ser conservador y tener principios sólidos, éticos y morales como lo es Acción Nacional (PAN) y también, del Estado que hoy gobierna.
Usó como acceso a ese instituto político a Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, quien ha dicho que, el haber permitido la entrada al PAN de Yunes Linares, fue el peor error de su vida, agregando que el gobernador ha instaurado una monarquía de por lo menos 14 años, dejándole el cargo a su hijo Miguel Ángel y después a su hijo Fernando y el tiempo le dio la razón ¿Y los veracruzanos seremos cómplices de este nepotismo electoral?
Lo anterior representa una burla y una traición al pueblo de Veracruz pues, fue elegido para representarnos y defender los intereses de la gente que vive en éste maravilloso Estado, de hecho, no se tiene registro en la historia de Veracruz, mucho menos, en la historia nacional de que, un gobernante deje el lugar a su hijo, para continuar perpetuándose en el poder.
Ya en su momento, el entonces legislador Marco Antonio del Ángel Arroyo, propuso a la sexagésima tercer legislatura veracruzana, una reforma para evitar el “nepotismo electoral”, sin embargo, no fue aprobada por sus compañeros; en ese momento, del Ángel Arroyo dijo: “la democracia es renovación y éticamente hay que darle oportunidad a más ciudadanos. La democracia no es igual a familias influyentes que acaparen todos los cargos”. Hoy, Yunes Linares está demostrando que, sus adversarios políticos tienen razón y ha convertido al Estado de Veracruz en una monarquía que heredará a sus hijos.
¿Lo permitiremos los veracruzanos? ¿Permitiremos que un gobernante nos falte al respeto de esa forma?
Esta situación no es ética políticamente pues “no se vale que le hagan esto a los veracruzanos, que en pleno siglo XXI observemos como la democracia es pisoteada y violentada por la imposición de una monarquía porque el gobernador solo gobierna para su familia”, dijo Víctor Alejandro Vázquez Cuevas en su momento y hoy insistimos con tristeza que, el tiempo le ha dado la razón.
Cuesta trabajo aceptar que, en efecto, el actual gobernador de la entidad, se ha apoderado del Partido Acción Nacional y del Estado de Veracruz, no para darles un nuevo rumbo, sino para darle impulso a un proyecto personal y familiar que, curiosamente, él mismo denunciara cuando Fidel Herrera Beltrán fue gobernador de nuestro Estado. Por simple respeto a los veracruzanos, no debería de actuar así, buscando un beneficio personal y un proyecto familiar ¿Y los veracruzanos vamos a permitirlo?
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