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ESTESSUR

Raúl Domínguez

2018-07-09 / 22:58:12

Deschamps y su pandilla en la mira

Una encuesta al interior del gremio petrolero –aplicada por una fundación avocada al combate de la corrupción- es reveladora: Los trabajadores al servicio de Pemex además de desear ya la destitución de sus líderes, plantean se les encarcele y se les decomise la riqueza mal habida.

Nuestra fuente –que pidió el anonimato- asegura que fueron 10 mil cuestionarios en lo que las tres preguntas específicas fueron ¿Estaría usted de acuerdo en la destitución de su líder sindical y elegir mediante voto directo, libre y secreto a su dirigente? ¿De comprobárseles malos manejos apoyaría usted la idea de que se les encarcele? Y ¿Estaría usted de acuerdo a que el gobierno les decomise la riqueza mal habida a costillas de ustedes y que ese dinero se les reintegre en forma proporcional?

De los 10 mil empleados de planta y transitorios, 9 mil 647 respondieron afirmativamente, el resto optó por la omisión, por el temor que los encuestadores pudieran ser esquiroles del propio dirigente Carlos Romero Deschamps. El estudio fue aplicado cara a cara, a la salida de los centros de trabajo y vía telefónica, con el único interés de saber cuál sería la reacción de éste gremio, si el gobierno actual o el entrante decidiera poder orden en el STPRM.

Para los petroleros de planta, los líderes charros del sindicato petrolero no solo representan la represión, sino también una sangría permanente a sus ingresos, en virtud que sus cuotas son administradas discrecionalmente por los dirigentes seccionales, quienes con asambleas amañadas disponen de millones de pesos para aparentes “obras sociales” de poco o nulo beneficio para el gremio.

Los petroleros activos y jubilados saben perfectamente que sus a dirigentes se les venció la fecha de caducidad, pero además están conscientes que a partir de lo ocurrido el 01 de julio, los vetustos líderes del STPRM al igual que su tlatoani Carlos Romero Deschamps tienen un futuro incierto con el arribo de Andrés Manuel López Obrador al poder.

AMLO –aseguran los dirigentes de la disidencia sindical petrolera- ha expresado en múltiples ocasiones su gratitud a los petroleros, quienes desde 1994 han ido en contra de las instrucciones de sus dirigentes y han hecho ganar a los candidatos de izquierda en donde Pemex tiene presencia predominante, concretamente en Ciudad de México, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche.

Por lo pronto AMLO dio puntual respuesta a la carta abierta que Carlos Romero Deschamps publicó en diarios de circulación nacional, en la que expuso que el STPRM respetará irrestrictamente al Presidente de la República. La contestación del tabasqueño fue lacónica: En el gremio petrolero habrá democracia y sus líderes serán electos mediante voto directo y secreto. Punto.

Si a lo anterior sumamos que AMLO ha ratificado a Olga Sánchez Cordero para hacerse cargo de la Secretaría de Gobernación, una mujer de carácter fuerte, a la que según sus ex compañeros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no le ha temblado la mano para aplicar la ley al más pintado, el futuro de los líderes petroleros es simplemente incierto.

Es más, ha trascendido que una de las primeras instrucciones a la SHCP a partir de diciembre será escudriñar las finanzas del sindicato en cuestión y contrastar los ingresos de los dirigentes seccionales con el patrimonio que a lo largo de 30 años han acumulado.

Por lo pronto en la torre de Marina Nacional o en el edificio del CEG del STPRM en Zaragoza 15 de la colonia Guerrero de la Ciudad de México, existe la convicción que el lopezobradorismo tiene una deuda con la disidencia del sindicato petrolero y la primera parcialidad de esa facturita consiste en la democratización de esta organización.