Créanlo o no, tengo una relativa relación con la Policía Federal desde hace más de 50 años, realmente quien tiene relación familiar con ese organismo es mi esposa, se apellida Rodríguez y su madre era parienta cercana de quien fue Director del cuerpo policiaco más importante e influyente en el Pais; lo importante lo constaté por la forma en que un buen amigo el Ing. Gonzalo Rodríguez Lenz resolvía con facilidad los problemas en que se metía, eran muchos y muy delicados, pero solo con hablar con su pariente el Director policiaco, todo quedaba zanjado, caía en la zanja del olvido, daba gusto acompañar a Gonzalo, pues demás de salir de problemas, en muchos centros nocturnos tenía licencia para evadir el pago de los tragos y comida que consumía él y sus cuates.
Han pasado muchos años, ayer me di cuenta, viendo un programa en la TV, lo poderoso que continua siendo el grupo policiaco más importante del país, tanto que desatienden las disposiciones del supuesto jefe Máximo, el Presidente de la Republica, ni hablar de funcionarios menores, poco los respetan e imponen sus caprichos o necesidades, en la TV pasaron varias horas, analizando, discutiendo los acontecimientos derivados del problema que enfrenta la Policía Federal, nadie tiene la menor idea como se podrá resolver este peligroso asunto, pues debemos tener en cuenta que la Policía Federal esta entrenada para el manejo de armas y la lucha cuerpo a cuerpo, además, acostumbran imponer su ley.
Se dijo mucho en el alboroto de ayer, pero lo más importante es la decisión del Gobierno Federal de suprimir la Policía federal e incorporar a sus contingentes en la nueva policía u órgano burocrático no policiaco, parece que nadie podrá dar órdenes a los federales, saben usar el poder y acostumbran salir triunfadores. Lo complicado es que ahora enfrentaran a los militares.
Supuestamente estaban reunidos los policías para escuchar los temas que se van a tratar este sábado, los puntos los fue explicando el nombrado representante del grupo policial federal, empezó tranquilo, pero conforme avanzaba el delegado nombrado por ellos mismos, los protestas fueron subiendo de tono, hasta que el delegado no supo que hacer y entregó el megáfono por el que hablaba a unos de los protestantes, este policía, vestidos al igual que todos, de civil, expresaba con aplausos, nosotros no aceptaremos liquidación alguna, solo hablaremos con el jefe respecto a una indemnización y conservación de nuestros derechos, y privilegios algunos fuera de orden. ¡AGUAS!
Julio 6 del 2019 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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