Por Miguel Ángel Cristiani G.
Aunque Orizaba tiene el título oficial de Pueblo Mágico, en realidad, luego de que pasó de ser un pueblo bicicletero, lleno de baches y sin servicios, en la actualidad es una “Ciudad Mágica” porque hoy todas sus calles están pavimentadas, con todos los servicios, y lo más importante, que se transformó en un atractivo para el turismo, que este año recibe ya más de un millón de visitantes, con todo lo que ello implica.
Esa transformación no fue de un día para otro, comenzó hace ya 14 años, en el 2010, cuando por vez primera -ya van tres veces que es reelecto- el presidente municipal Juan Manuel Diez Francos tomo posesión como alcalde y como si tuviera la barita mágica de Merlín, comenzó a hacer lo que se tenía que hacer y mucho más.
La receta -que ya le han ido a pedir más de doscientos presidentes municipales no solo de Veracruz sino de otros estados también- es bien sencilla: administrar bien los recursos con que se cuenta, no “gastarlos” en lo que se ocurra, y no solo son los financieros también los materiales.
En la plática que tuvimos en su despacho, al término de un recorrido por toda la ciudad, Juan Manuel Diez nos comenta que en realidad lo que ha hecho en sus 14 años de la administración es aplicar una norma que su madre le inculcó: hay pagar una deuda social, que consiste en devolver y compartir lo que la vida le ha entregado.
Juan Manuel Diez es el único alcalde empresario próspero que no tiene necesidad de cobrar un sueldo y por eso lo dona. Es más, cuando asumió el poder, como no había dinero para pagar los salarios de los trabajadores municipales, lo prestó de su capital personal.
Pero a lo largo de los 14 años que lleva en el gobierno municipal de Orizaba, como buen empresario, nos dice que no hay que gastar el presupuesto como hacen otros, sino “invertirlo” en programas y obras en beneficio de la ciudadanía.
Nada más como dato curioso, en el año 2010 cuando inició todo, se le preguntó a la ciudadanía si estaba feliz de vivir en Orizaba y solamente el 36% respondió afirmativamente, ahora la misma encuesta arrojó el que el 97% son felices de vivir en ese municipio.
En alguna ocasión, cuando logró traer al dueño de una fabrica de vehículos japonesa para que se instalara en Orizaba, luego de darle vueltas por la única calle que estaba en regulares condiciones, el empresario antes de bajar del carro le comentó: los japoneses no pueden vivir aquí y se marchó.
Hoy las cosas han cambiado y aunque los periodistas trataron de que diera un anuncio espectacular, con la experiencia que le ha dado el cargo político sobre lo que viene para el futuro de Orizaba, simplemente dijo que “lo que resta es dar mantenimiento a todo lo que se ha hecho”. Eso a unos pasos, de la puerta que conduce a un privado, en donde hace unos días, al término de la visita de la gobernadora electa Rocío Nahle en su gira de agradecimiento, que se hizo el acto desde el palacio municipal -ya no desde la Alameda donde los morenistas acostumbraban hacer sus actos- acompañada por el también empresario y alcalde de la capital del Estado Ricardo Ahued Bardahuil próximo secretario de Gobierno, estuvieron platicando por espacio de dos horas.
Entre otras cosas, ahí se consiguió destrabar el bloqueo que se tenía para que funcionara el servicio de transporte gratuito, que ya a partir de este viernes, funciona las 24 horas, todos los días, sin costo alguno, con dos turnos, los camiones “Gallos” recorren la ciudad a partir de las 6 de la mañana y por la noche los autobuses “Búhos” hacen la misma ruta. Como por arte de magia.
Apenas también este mismo viernes, se presentó, como dirían las crónicas de antaño, a todos los sectores sociales, empresarios, comerciantes, clubes de servicio, comunicadores, jubilados, cámaras empresariales, hasta sacerdotes católicos y ministros evangélicos, un innovador programa social del DIF, que preside un joven también talentoso, entusiasta y emprendedor de servicios a la comunidad, Hugo Chahín Kuri que junto con su equipo de colaboradores, crearon el programa “Regreso a Casa” para adultos mayores que mediante una pulsera que se entrega sin costo alguno en las instalaciones del DIF, y que puede ayudar a volver a su hogar a quienes tienen problemas de Alzheimer o de memoria.
Pero esa es otra historia, diría la Nana Goya, que merece ser contada en otra entrega de la Bitácora Política.
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