Vicente Guerrero acuñó la frase “La patria es primero”. La cuarta transformación hizo lo propio con otra: la lealtad es primero.
Denuncias, acusaciones, señalamientos, imputaciones y delaciones, no significan nada cuando se trata de personajes relacionados con el Movimiento de Regeneración Nacional.
No importa de qué tamaño sean, unas son desechadas, a otras se les resta importancia y cuando escalan ante una autoridad, simplemente duermen el sueño de los justos y son archivadas o mandadas al congelador.
Así ha venido sucediendo desde el sexenio pasado y en el actual las cosas no han cambiado, se mira con desinterés todo lo relacionado a responsabilidades de los cuatroteros.
No importa el tamaño de la denuncia, de la queja o de la acusación, simplemente son desdeñadas y cuando apremian los tiempos o consideran necesario, entonces si aparece un expediente que no transita.
Eso sí, se apuran cuando se trata de un opositor y lo exponen públicamente para escarnio de la población que atónita espera el desarrollo de los acontecimientos.
Rubén Rocha, América Villarreal, Cuauhtémoc Blanco, Ignacio Ovalle y muchos más son defendidos a capa y espada de las maldades y de la insidia de sus detractores y todo pasa sin que ninguno de ellos se despeine.
Para los miembros de MORENA la lealtad es primero y aquellos que se comprometan con la lealtad tendrán a su lado toda la protección necesaria.
Es un premio a la lealtad ya que lo dijo el creador de ese movimiento se premia a quienes son leales, ya que se requiere de un 90 por ciento de lealtad y un 10 por ciento de experiencia para subirse a la ola del movimiento.
Hay lealtades que se premian más que otras, aquella que vienen de los tiempos de estrechez y premura y que contribuyeron a los éxodos, los bloqueos de pozos petroleros y todo lo relacionado a los inicios del líder del movimiento que hoy se encuentra dedicado a la escritura de sus exitosos libros.
Él no se olvida de aquellos tiempos aciagos y los recompensa, mediante posiciones y cobertura de malos manejos.
Ignacio Ovalle fue uno de los que vieron en Andrés Manuel López Obrador un talento político, por lo que lo cobijó en sus inicios y hoy es retribuido al no ser considerado con ninguna responsabilidad con el fraude de Segalmex.
Ovalle fue retirado de la dirección de esa empresa, cambiado a una posición menor, que no estuviera expuesto, en la secretaría de Gobernación.
Ahora se procedió a cambiar el nombre de la empresa e iniciar desde cero, para no mezclarla con lo acontecido en la administración pasada.
Cuauhtémoc Blanco logró la protección presidencial por acercamientos con el entonces Ejecutivo el que salió personalmente en defensa del futbolista las veces en que era cuestionado y hasta acusado o denunciado.
Américo Villarreal y Rubén Rocha son viejos conocidos del tabasqueño y ambos fueron posicionados como aspirantes a los gobiernos de Tamaulipas y Sinaloa por quien ocupaba la presidencia de la república y durante su mandato los defendió de todo tipo de señalamientos que se hicieron en su contra.
Hoy todavía seis meses después del término presidencial de López Obrador, desde la misma presidencia y la FGR se cobija a todos aquellos que transgreden las leyes y pertenecen a la 4T.
Y como caso relevante contrario a MORENA, se encuentra la figura de Silvano Aureoles de quien el fiscal Gertz Manero aseguró que tarde o temprano lograría su captura.
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Ramón Zurita Sahagún
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