El Proyecto de Presupuesto de Egresos presentado por la gobernadora Rocío Nahle a la legislatura local no invita a pensar que para 2026 habrá obra pública suficiente para comenzar la reconstrucción de carreteras estatales y caminos vecinales, nuevas escuelas y el fomento del desarrollo económico y social, etc., que durante los seis años de Cuitláhuac García simulando ser gobernador fueron irresponsablemente desatendidos. Es verdad de Perogrullo que todo intento de mejorar requiere de inversión pública, pero el proyecto de presupuesto de Veracruz para 2026 no da oportunidad para el optimismo, pues para el ejercicio en curso el monto presupuestado fue de 175 mil 245 millones de pesos y el que se pretende para 2026 asciende a 177 mil 802 millones, es decir, casi igual al del año en curso. En ese contexto ¿cuánto se destinará para las “acciones de reconstrucción” de la zona norte?
Está visto, el presupuesto de Veracruz se nutre en un 90 por ciento del recurso enviado por la federación, depende por ese motivo del diseño presupuestal del gobierno federal. Es decir, en ese ramo la autonomía del orden estatal mexicano es pírrica y mucho depende de la capacidad de gestión de cada gobernador o gobernadora para atraer mayor cantidad de recursos. Se entiende, en el Sector Salud, centralizado como está. le corresponde al IMSS Bienestar atenderlo, sin embargo, en cuanto a la atención a la salud de los veracruzanos el gobierno de la entidad es corresponsable, debe suponerse que por esa razón subsiste en la estructura administrativa estatal la Secretaría de Salud, aunque ya no maneja ni los Centros de Salud ni los hospitales regionales, CECAN incluido, ya sumados al IMSS-Bienestar, igualmente el abasto de medicinas e insumos médicos. Con esas premisas, el silogismo no permite conclusiones optimistas, a partir de lo alcanzado por el gobierno estatal en este primer año de ejercicio. |
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