Con la concentración masiva en el Zócalo de la CDMX concluyó el ciclo de informes territoriales iniciado por la presidenta Sheinbaum a partir de la fecha de su informe constitucional del 1 de septiembre pasado. Fue en palacio nacional donde ante invitados especiales Claudia Sheinbaum leyó su primer informe de gobierno dando pormenores de los resultados obtenidos, destacó la reducción de la pobreza, 13.5 millones de personas beneficiadas por los programas sociales dan constancia, dijo. Se han reducido los homicidios, los índices delincuenciales van a la baja. México es un país democrático. López Obrador es un paradigma de la Cuarta Transformación. La Reforma Judicial es ejemplo democrático. La salud es preocupación fundamental de su gobierno, etc. Con esos temas nutrió su discurso en cada una de las entidades que visitó y formuló ofrecimiento de obras especificas en cada entidad, mucho espacio de ese periplo lo ocupó el tema de la salud.
En el evento del Zócalo no pasó desapercibida la ubicación destinada para los coordinadores de la JUCOPO en las Cámaras legisladoras, era algo esperado, parte del mensaje dominical: la presidenta comienza a asumir el poder indivisible de la presidencia de la república, a la vez refleja el declive de la fuerza política de Adán Augusto, sostenido no por sí, sino por el soporte proporcionado desde Palenque. Monreal, zorruno, robalea, ni con melón ni con sandía, a la espera de saber hacia donde se inclina la balanza porque la iniciativa para ejercitar la revocación de mandato en 2027 lleva mucho chanfle. Ya en materia de política pública, la presidenta anunció el lanzamiento del Registro Nacional de Salud, ese manoseado proyecto que López Obrador anunció como un hecho de la medicina universal, es decir ya se podía ir al IMSS, al ISSSTE o a los hospitales de la Secretaría de Salud para recibir asistencia médica y medicinas gratuitas. Dicho registro comenzará en enero de 2026, para que en 2027 podamos recibir atención médica en cualquier institución pública, seamos o no derechohabientes del IMSS, ISSSTE o IMSS-Bienestar. Suena bonito tener un expediente médico y atención integral. En realidad, es un ideal, una meta muy difícil de alcanzar en las condiciones en que se encuentra el sector salud de este país. Para empezar a soñar no estaría mal que haya medicina suficiente en los hospitales y Centros de Salud, equipos en buenas condiciones y funcionando, suficientes médicos especialistas, insumos para laboratorio, etc. Se pretende un modelo de atención médica universal, equitativo y gratuito (¿ya no se pagará cuota al IMSS ni al ISSSTE?). Ese es el discurso oficial que ojalá coincida con el de la realidad porque nos iría bien a todos. |
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