Hace algunos días una mujer originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, de nombre Stephanie Hernández, dio a conocer en las principales redes sociales mediante un video que el vocalista del grupo de música regional mexicana “Firme”, Eduin Caz, le había sido infiel a su esposa, Daisy Anahy, con ella. En dicho video compartido a través de la cuenta oficial de TikTok de Hernández se puede observar cómo el cantante se encuentra dormido mientras es grabado sin su consentimiento por esta mujer, quien previamente había asegurado que recibió un mensaje de la esposa de Caz en el cual la cuestiona por el supuesto amorío que había entablado tiempo antes con él. Una imagen del vocalista exhibido se muestra a continuación:
Fuente: https://www.elsiglodedurango.com.mx/2021/12/1357661.exhiben-supuesta-infidelidad-de-eduin-caz-vocalista-de-grupo-firme-.html
Sin embargo, cabe aclarar que después de la incómoda ventaneada de Caz, Hernández aclaró que el material dado a conocer data del año 2019 y que, por otra parte, no tenía conocimiento de que el intérprete estuviera casado en ese momento: “Ese día del concierto me invitó al after, él se acercó y me empezó a sacar plática, yo no tenía idea de que estaba casado, solo sabía que tenía un hijo. Esa noche pasó lo que pasó y ya, eso es todo” (ElSiglodeDurango, 11/XII/21).
Como era de esperarse con el infiel exhibido, después del tremendo escándalo en el que se encontraba envuelto, Eduin dio a conocer un video en el que explica públicamente lo sucedido en aquella noche, argumentando que debido a que Hernández quería extorsionarlo económicamente con dicho material, se vio en la necesidad de comunicarle a su esposa personalmente del gran escándalo que se avecinaba. Ahora, independientemente de que esta declaración por parte del cantante sea verídica o no, el tema central aquí no es ese, sino otros dos de los que casi nadie habla: por un lado, la EXHIBICIÓN DE LA INTIMIDAD DE EDUIN SIN
SU PREVIO CONSENTIMIENTO, y por otro, la DOBLE MORAL SEXUAL que dicha exhibición trae consigo, misma que condena al exhibido y justifica al exhibidor, o, en este caso; a la exhibidora. Porque, en efecto; las mujeres también pueden incurrir en este tipo de prácticas denigrantes, injustificables e inclusive ilegales, como es el caso de Stephanie Hernández.
Dicho todo esto, no puedo evitar preguntarme: ¿Qué hubiera pasado si se hubieran invertido los papeles, o sea, que en este caso hubiera sido Caz el responsable de haber exhibido a esta mujer en una situación íntima y comprometedora? ¿Los internautas hubieran reaccionado con burlas y juicios morales hacia Hernández tal y como lo hicieron con el cantante? ¡De ninguna manera! No seamos ingenuos, las reacciones hacia Eduin por la exhibición de la intimidad de esta mujer hubieran sido completamente diferentes y con justa razón; exhibir a una persona en una situación bochornosa o íntima es ruin y condenable, tanto para un hombre como para una mujer, pero vivimos en una sociedad puritana y santurrona en donde esa doble moral sexual se ha normalizado hasta tal punto que ya ni siquiera se diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, mucho menos cuando quien es víctima de tal exhibición es un varón. El machismo a la inversa en su máxima expresión.
Tristemente, el caso de Caz reafirma esa dañiña doble moral sexual que he venido recalcando una y otra vez en el presente artículo de opinión, porque poco después de que se dio a conocer la noticia de la supuesta infidelidad del cantante, las redes sociales se inundaron de todo tipo de comentarios que condenaron y aplaudieron su proceder; “Que fácil salir a decir que engañaste a tu esposa y que afortunadamente para ti, te perdonó. Ojalá no lo hubiera hecho x1000”, “Esa mujer de tonta no tiene nada, no lo perdono está cómoda con la vida que tiene y lleva dejar su posición económica, vida, fama, la vida que llevan sus hijos por una mujer como la otra nooo no es tonta”, “Si no te hubiera intentado extorsionar nunca le hubieras enseñado el vídeo, no te quedaba de otra”, “Daaaam… la bajo de pechito mejor que Cr7 y Messi juntos”, “Me esperaba cualquier aclaración menos esta jaja grande pa”, “Aguevoo compaa asi mero !!! relajado broo”, etc., pero curiosamente escasearon aquellos que advertían el hecho de que su íntimidad habia sido vulnerada, y peor aún; exhibida sin su previo consentimiento.
La lamentable y nauseabunda hipocresía que cada vez más reafirma la errada, sexista y machista idea de los hombres como los eternos victimarios y de las mujeres como las eternas víctimas, así haya sido una de <> la encargada de mostrar el actuar del “marido infiel”, con la finalidad, obviamente, de que sea fuertemente juzgado y condenado por esa prejuiciosa vox populi, ansiosa de chisme y morbo:
¿Acaso se aprecia algún título en estas notas de espectáculos que cuestione el proceder inmoral e ilegal de Stephanie? Por supuesto que no, como si por el hecho de ser mujer tuviera el privilegio de ser absuelta de toda responsabilidad. LA LEY OLIMPIA NO SE APLICA EN EL CASO DE LOS VARONES INFIELES COMO EDUIN, según parece, únicamente se aplica cuando la persona afectada que ha sido exhibida es una mujer. ¿Pero que no se suponía que en estos tiempos posmodernos de feminismo antipatriarcal y emancipador dicha exhibición habría de ser fuertemente condenada y castigada? Tal y como la evidencia lo demuestra; en el caso de los varones, dicha cláusula no aplica.
Gracias por su lectura.
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*El autor es licenciado en Sociología por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana y maestrante en Estudios Políticos y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México |
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