Se sepulta un sueño imperial de una época aberrante que costará mucho trabajo para eliminar y superar. Sin embargo algunos opositores se lamentan de esta venta misma que estuvo anunciada desde hace cinco años, en su afán de defender lo indefendible.
Por Raúl Caraveo @raulcaraveo
El avión TP-01 Boeing 787-8 “José María Morelos y Pavón” finalmente se vendió. El costo original de éste fue duplicado por las adecuaciones especiales que solicitó en su momento el gobierno de Calderón al fabricante, el avión lo compró Felipe Calderón en 2012, pero lo entregaron hasta febrero de 2016, la compra se hizo mediante un crédito por 15 años; la capacidad de la aeronave es de 240 personas pero con las adecuaciones solo transporta 80; es considerado “el mejor avión de América Latina”, cuenta con un baño completo, recámara con cama king size, caminadora, centro de entretenimiento y oficina para el presidente con varias excentricidades como acabados finos de mármol, elegante sala de juntas, etc. Puede volar hasta 14 horas continuas, con lo que de forma ideal es para atravesar el atlántico, vuelos cortos no se justifican. Mantener el avión genera un despilfarro, sólo adecuar su hangar costo mil millones pesos, hoy ya no es un equipo nuevo. Su mantenimiento ha costado cien millones de pesos hasta enero de 2023. Aunque se intentó vender por medio de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) nunca hubo resultados.
El avión ya fue vendido al gobierno de Tayikistan, un país de 10 millones de habitantes y 144 mil kilómetros cuadrados, ubicado en Asia central, colindante con Afganistan, Uzberkistan y China; es el más pobre de los países de Asia central que desde 1991 es independiente de la Unión soviética.
Que fue un mal negocio, por supuesto que lo fue, básicamente desde su adquisición en 2012, cuando Felipe Calderón ordenó la compra y no lo utilizaría ya sino que sería empleado por Enrique Peña Nieto y su familia, también fue una pésima idea la serie de adecuaciones solicitadas al fabricante con lo que se demuestra un pésimo gusto y afán por la excentricidad en el lujo y dispendio, total que el dinero salía del erario público. La historia real sobre la compra bajo financiamiento aún no es conocida, es decir; ¿Qué tipo de relación personal íntima había entre Calderón y Peña Nieto para hacer este “negocio”?
¿Quién solicitó las adecuaciones estrafalarias?
¿De qué tamaño son los complejos de Felipe Calderón para ordenar en su momento esto? Hoy sabemos que el sexenio de Calderón fue un fracaso y convirtió al gobierno en un narco-estado, aunque se encuentra en fuga constante siempre desea seguir figurando en las redes sociales con críticas infames que descalifican más a la oposición.
Los ingresos por la venta del avión presidencial serán para construir dos hospitales; en Tlapa, Guerrero y Tuxtepec, Oaxaca. Se cumple así con una promesa de campaña de López Obrador y se sepulta un sueño imperial de una época aberrante que costará mucho trabajo para eliminar y superar. Sin embargo algunos opositores se lamentan de esta venta misma que estuvo anunciada desde hace cinco años.
@raulcaraveo
*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX y Consejero electoral del IFE-INE de Quintana Roo de 2005 a 2015, ex asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Corresponsal en México de La Prensa de Chicago, EEUU, escribe para Chicago, Illinois en y www.vocesmigrantes.us y en México para www.insurgentepress.com.mx www.gobernantes.com www.quintanaroohoy.com www.revistadigitalqr.com.mx www.diarionoticias.mx www.sinlineamx.com
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