Por Edgar Hernández*
De imaginarse la escena cuando llega a su casa y le sirven generosas viandas, esos suculentos banquetes en donde aumentitos, como los que da el gobierno, no le sirven ni para relamerse el bigote.
Cómo ha de ser, si la dama flota cuando la vemos descender de su millonario transporte que cuida un ejército de mal encarados guaruras a bordo de vehículos de alta gama escoltados por motociclistas y vistosa ambulancia llena de lucecitas.
De cuento fantástico, de esos del Palacio de Disney, cuando la dama atisba su enorme guardarropa que incluye, por supuesto, sus trajes de jarocha, finos atuendos Dior, relojes de marca; esa pulsera de 400 gramos-oro que se compró cuando fue a Dubai o esas maravillas de bolsos Louis Vuitton, Hermes y para los domingos la Diamond Purse.
Seguro de risa loca cuando le informaron que ganaría 20 mil mugrosos pesos más cuando eso lo que da de propina cuando va a Nueva York a ver a su hija a su lujoso piso en Upper West Side de Manhattan, allá por Central Park… ¡acuérdense, chingao! de se depa de 2.7 millones de dólares.
Y es que…
¿De verdad cree usted que en algo le anima el aumenteo a su salario cuando con solo levantar el dedo dispone la compra de tres helicópteros y un jet aclarando, desde luego, que uno de esos tres helicópteros es “más chiquito para que pueda entrar a las zonas inundadas”?
Seamos conscientes que a la gobernadora gusta dormir en “El Estero” allá adelantito de Boca en su casa a la que se llega por barco, lancha o chalupa y que le costó 39 millones.
Y no olvidemos -por aquello de cuidar las formas- que también se queda un par de veces a la semana en la residencia oficial de Xalapa remodelada con un costo de 19 millones y que los fines pues ¡pélale a Coatza! donde está su mansión, la de dos albercas y que, según los pinches mentirosos de Excelsior, cuando fue secretaria de Energía de la Cuarta Transformación, pagó más de 60 millones, en su mayoría en efectivo, para la compra de 3 predios y la construcción de dos mansiones en Veracruz y Tabasco.
Vil mentira de “El Universal” que, en 2021, fue la que más ganó tras declarar ingresos sin precisar el origen “percibió 5.6 veces más recursos que el presidente López Obrador”
Pero, bueno, cierto o no, su trabajito le ha costado… ¿qué no?
Por ello tan mandona. A eso se debe sea tan despectiva. Es selectiva porque su fortuna le impone no tratar con cualquier pelagatos.
Ella ordena, dispone, regaña y grita a su antojo por el espacio de poder y dinero que le dieron el Peje y la democracia electoral, nada que haya sido preferenciada como asegura el mugroso de Huerta.
No, no… y ¡no!
Ella es de clase porque la apoya su querida presidenta Claudia Sheinbaum, porque la sombra de López Obrador, cual manto divino, la cubre de los malos y porque así se quejen los veracruzanos que una zacatecana los maltrata y grita, la dama solo acierta con un "¡No pasa nada!".
Por ello, eso de la “Revocación” le vale un rábano, al igual que la crítica de los carroñeros o que pueblos enteros la acusen y señalen en público.
Todo eso la tiene sin cuidado.
Es más, ya tiene previsto, cual reina de Egipto, una serie de eventos, acaso festejos o conmemoraciones para celebrar ¡Dios Bendito! su primer año de gobierno. Serán cuatro días de fiesta pública.
Ella está lista para que los ocho y pico de millones de veracruzanos le aplaudamos y rindamos pleitesía por hacernos el favor de gobernarnos así, con mano dura -no como la del blandengue atarantado-.
Y listo y entregado bienestar al pueblo bueno, pero en dibujos y propaganda, en obra pública en planos y chorros de medicinas (de palabra), las de sus camionetitas del bienestar para este pueblo tan aguantador.
Y qué decir de la seguridad pública para este bendito pueblo que puede estar cierto que a través de grupos que solo tienen mala fama siempre estarán puestos y dispuesto a entregarnos despensas.
En nada le mengua ser la quinta más rica de Morena, según organismos de investigación de Estados Unidos, ni que tiene un chorro de viviendas, menos que la familia -el querido yerno- hace negocios con la obra pública o las medicinas…
La neta es que se merece eso y más…
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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