La constitución política del Estado de Veracruz, que el día que tomó posesión el licenciado Miguel Angel Yunez como gobernador del Estado, por el período de dos años y que, de manera solemne juró cumplir y hacer incumplir ha sido violentada y transgredida una vez más, de ahí que no se puede afirmar – como reiteradamente se hace- que se vive en un régimen democrático y de derecho, porque si así fuera no se darían estos espectáculos tan bochornosos.
De manera simplista y hasta pueril, puede calificarse, sin hipérbole, la conferencia de prensa en la que el gobernador Yunez Linares da las razones por las cuales no envía al congreso del estado las propuestas de las personas que deben ocupar las doce vacantes de magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado, sin importarle que se violente el artículo 17 constitucional que obliga a la impartición de la justicia “de manera pronta, completa e imparcial”.
Aunque confiesa que se da un atraso a la impartición de la justicia a los veracruzanos, - por no existir los togados necesarios para que hagan su tarea- no menos ciertos es que ahora si se puede decir que le temblaron las piernas al gobernador, pues lo único que tenía que hacer es enviar la lista de los propuestos y que la comisión permanente determinara lo conducente, de otra suerte queda en evidencia clara que no gobierna, sino que es gobernado por las fuerzas de la oposición que lo dejó bailando en las elecciones del 1 de julio, o bien a los intereses que representa.
El artículo 59 constitucional dice “ los magistrados serán nombrados por el congreso a propuesta del gobernador del Estado…en los recesos del congreso, la diputación permanente hará el nombramiento de carácter provisional, en tanto aquel se reúna y da la aprobación definitiva”, cumpliéndose con la obligación de “impartir justicia pronta y expedita”, de ahí que en los largos cuatro meses que faltan, la inanición se apoderará del tribunal superior, ante la irresponsabilidad de quien gobierna al Estado.
Nada de que, como lo dijo el gobernador, para que no se estigmatice a quienes se proponga ante el congreso, sino que, más que nada porque su partido tiene mínima representación, y , lo que más se ve o se presume, o se duda, de manera razonable, es que los nuevos magistrados que quería enviar no cumplen con el perfil que exige la constitución, es decir, porque no solo tienen que ser licenciado en derecho ,con más de cinco años de experiencia sino que, preferentemente con posgrado y auténtica experiencia profesional y de ninguna manera será garantía el solo hecho de trabajar en el tribunal para escalar a la magistratura, que sin duda es lo que quería hacer.
Si hace apenas unos días propuso al fiscal anticorrupción por un término constitucional de 5 años de inamovilidad, en el caso de los magistrados se da la provisionalidad para que el nuevo congreso no los ratificara de manera definitiva y se hubiera medio llenado el agujeros negro que existe en el tribunal de doce togados, que hubieran ayudado a sacar parte del rezago que espeluznante, en fin, son cosas que se ven de incapacidad o perversidad.
La situación está cambiando y la elección del 1 de julio será un punto de referencia para que los tribunales de todos los niveles, desde la Suprema Corte Justicia de la Nación, les caiga el veinte
y se olviden de las componendas en los cotos que se ha formado y que desprestigia la justicia, pues inclusive, se vislumbra una reforma profunda para que desaparezca las judicaturas en los tribunales.
En tanto es Veracruz, por dimes o diretes, durante cuatro meses se seguirán dando las vacantes de referencia -ante el miedo de conocer la verdad de las personas que iban a ser propuestas como magistrados-, es decir, se vive en un país – hasta ahora- de carnaval y que la verdad en la justicia no se conozca. limacobos@hotmail.com
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