Presumir del pasado, es aceptar que el que no fue cómplice, fue complaciente y eso no se puede admitir por el grueso de la sociedad mexicana que en su gran mayoría apretaba hacia el cambio, pero el “hierro de las oligarquías”, era un obstáculo férreo que solo se rompió hasta que la estructura del sistema se vio desquebrajada con Miguel de la Madrid, último fenómeno que llevó a la crisis total de la llamada “dictadura perfecta”, con el arribo del padre de la corrupción e impunidad nacional, que tiene nombre y apellido y que es Carlos Salinas de Gortari.
A partir de ese arribo atroz a la política nacional, el nacionalismo revolucionario, de que tanto se presumió, se vino al traste y las pruebas están a la vista, porque hoy ,más de sesenta y cinco millones de mexica están en la pobreza y su mayoría en la pobreza extrema que es la nutre la delincuencia y que ha creado focos de infección del todo peligrosos, sobre todo, cuando el gobierno de los Estados Unidos alienta y estimula el consumo de drogas, tráfico de personas y de armas, que son las que utiliza la delincuencia organizada.
La destrucción de las instituciones nacionales se alimentan en el régimen de Salinas de Gortari, al abrir al mercado salvaje, la libre competencia y alentar desde el gobierno , la corrupción e impunidad, con su hermano Raúl a quien se le conoció – sotto voces- como el quince por ciento, -que era lo que se solicitaba por recibir obras publicas-, y que dio paso a la llegada de Zedillo en el crimen de Colosio, cuyo estigma quedó marcado para siempre con los resultados negativos de la conversión , en deuda publica , a los atracos que la iniciativa privada había cometidos, al absorber el estado mexicano , una deuda descomunal , al respaldar la criminal actitud de quienes habían hecho su agosto en la enajenación de la banca nacionalizada por López Portillo.
Si esos acontecimientos no son suficientes para quienes gobernaron en ese momento y se avergüencen, no menos resulta grave lo que la simulación política llevó a justificar el relevo del partido acción nacional, en la persona que gozaba de un desprestigio total, como fue Vicente Fox, que de un empresario cocacolero, favorecido por la corrupción de Salinas y Zedillo, llegó para en quince minutos resolver los problemas del país , por el contrario, para empoderar más la corrupción en los hijastros que con el gran negocio de adquirir bienes de particulares en el Infonavit y despojarlos de sus bienes, son los nuevos millonarios del panismo atroz.
Si la criminalidad y la burla a las mujeres fue ostensible, es con el arribo del panismo al gobierno , que ahora se desgarran las vestiduras ante el desprecio acendrado en su no largo pasado que debe llenarlos de oprobio, sin embargo, sin inmutarse, aún postulan que las” lavanderas de dos patas” o el “viejerio “, sirve para al menos de carnada o carne de cañón, y gesticular, como ahora lo hace, al igual como con la defensa de la guarderías, cuyos niños mudos del ABC reclaman justicia a los familiares de Calderón y su esposa Margarita.
Sin embargo, la sociedad reclamante, ahora es más exigente y quiere sangre, cuando los parámetros han cambiado en que los principios esenciales que son :la presunción de inocencia, debido proceso y la legalidad de la detención, que tiene que premiar sobre cualquier afán de justicia, y está a la
vista, que la complicidad del gobierno, si no es la misma del pasado, al menos no se quiere abrir todos los frentes de lucha para llegar al objetivo final de que haya justicia, de otra suerte, no estaríamos presenciando el espectáculo de que los magistrados, ministros de la Corte, jueces, gobernadores y presidentes municipales se niegan a observar lo que postulan los artículos 127 y 134 constitucional, en el sentido de que nadie debe ganar más que el presidente de la republica, o bien que la publicidad que utilice el Estado, tiene que encaminarse a servir a la sociedad y no al funcionario
Se dice lo anterior,- y se dice bien- porque aun no vemos que se inicie juicio político contra los altos funcionarios que violen la constitución y sus leyes y el caso más elocuente se tiene con el ministro de la suprema Corte, Alberto Pérez Dayán que, violando lo establecidos en el artículo 64 de la ley que reglamenta las controversias constitucionales o las acciones de inconstitucionalidad , concedió la suspensión de la ley de remuneraciones de los servidores públicos que establece que nadie puede ganar más que el presidente de la republica , sin que sude ni se acalore, pues existe un maridaje que aún no se alcanza a destruir.
Lo que se piensa y se otea es que esto aún no termina y que apenas empieza, y una probadita puede ser que estén en la cárcel algunos” pollos flacos”, aunque se anida la esperanza que Medina Mora- ministro de la Corte renunciante- y de otras cabezas, rodarán en el corto tiempo y que la robustez de los expedientes no dará margen para que la libren, pues si dañaron a más de sesenta millones de mexicanos, se espera la justicia en tierra, de otra suerte, caerá , tarde o temprano, la justicia divina.
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