Se ha puesto en claro que los responsables de que el país cuente con más de cincuenta millones de personas que viven en la miseria o pobreza extrema y que representan una amenaza para la estabilidad del país son quienes, desde los poderes legislativo, ejecutivo y judicial han consolidado una serie de privilegios y prebendas de suyo deleznables y tal parece que ahora sí, habrá una auténtica renovación moral para que , jamás y por siempre, nadie hinque el diente en el presupuesto nacional.
Después de siete años de dormir el sueño de los justos la iniciativa que Pablo Gómez presentó en el senado de la república para reglamentar el artículo 127 constitucional que precisa que nadie puede ni debe ganar más que el presidente de la república, ante el viraje de más de 180 grados que ha sufrido el país con las elecciones del 1 de julio, la cosa va en serio, y nadie debe llamarse a robado porque durante la campaña presidencial, el candidato del partido MORENA Andrés Manuel López Obrador fue claro al afirmar que se acabarían los cochupos y privilegios y que no se mantendría un gobierno rico, con un pueblo o ciudadanía en la miseria.
Este señalamiento se está empezando a cumplir, en el largo túnel que hay que atravesar para ver la luz y al ser una posición seria y responsable, la embestida está a la vista y ya se aprobó por mayoría que ningún funcionario público, de ninguna de las áreas que tienen que ver con las cuestiones del estado mexicano, ganarán más de ciento ocho mil pesos mensuales, desterrándose todo despilfarro que fue y ha sido privilegio de una minoría rapaz de manera descomunal.
Así las cosas, el buen juez por su casa empieza y el congreso de la unión, con la natural inconformidad de los serán reducidos a las necesidades y emergencias nacionales , le puso el cascabel al gato, anunciando a la sociedad, que está enterada ahora , que no habrá más privilegios para los altos funcionarios, al terminar con los privilegios inhumanos que, si no los tiene el pueblo, que es el que manda, menos lo tendrán quienes tienen la responsabilidad de servir en la humildad y honesta medianía con una retribución justa, que será irrenunciable en el ejercicio público.
Si ya se conoce en donde estaba incrustado el bandidaje, es exigencia social llegar a la verdad y , si bien pudiera argumentarse que no hay sanción penal, al menos conocer a los que han contribuido o contribuyeron a generar la situación de inestabilidad social que vive el país, y se podrá tomar como ejemplo el caso brasileño que sufre Lula Da Silva, que después de sacar de la miseria a más de cuarenta millones de sus compatriotas, por el solo hecho de visitar un departamento de un contratista del gobierno, está en la cárcel purgando una condena de doce años de prisión, es decir, en política, hay que ser y parecer, y en México, se es y se parece corrupto a quienes han amasados descomunales fortunas.
Algo similar tendrá que pasar en nuestro país y así recobrar la confianza, pues los intereses de la minoría privilegiada es de tal nivel, que tienen los medios publicitarios y económicos para que las cosas no avancen y sería peligroso, porque hay treinta millones de votos que quieren un cambio y éste, tiene que partir de terminar con la corrupción e impunidad empoderada en el gobierno
Es un mito, que se viene manoseando,- a propósito de la reglamentación de los sueldos de los funcionarios públicos-, que habrá quienes no quieran colaborar con el gobierno por la cantidad que recibirían , que será menor a la que se establezca para el presidente de la república ,lo que causa risa, porque fuera del gobierno existen personas más capacitadas de las que ahora ocupan cargos públicos y un ejemplo patético lo constituye , si se quiere, la suprema Corte de Justicia, que por su actitud deficiente, el estado mexicano ha tenido que cumplir más de diez condenas- más las que se acumulen- de las instancias internacionales por violación de los derechos humanos, por la deficiencia en la resolución de muchas controversias.
El país vive un cambio profundo y quienes se oponen, son aquellos que, acostumbrados a medrar con el presupuesto, no quieren perder privilegios, en tanto, la mayoría vive aherrojada en la miseria más espantosa. limacobos@hotmail.com
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