DICEN QUE cuando la perra es brava hasta a los de casa muerde, y eso acaba de ocurrirle al senador Martí Batres Guadarrama, a quien de poco le ha servido la amistad del Presidente Andrés Manuel López Obrador ante el “colmillo retorcido” de un hombre que aspira a la Presidencia de la República en el 2024, y que en ese tenor, no duda en quitar del camino a quien se le pare enfrente para acomodar sus fichas, y solo como una demostración de lo que es capaz de hacer, bajó de la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado al otrora dos veces diputado Federal y ex Secretario de Desarrollo Social del Gobierno del antiguo Distrito Federal, hoy ciudad de México, ex Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) desde 2012 hasta 2015, y Premio Interamericano al Mérito Jurídico 2019 entregado por la Barra Interamericana de Abogados. Pero ni todos esos méritos fueron suficientes, o acaso eran excesivos para la ambición del titular de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila que, por si las moscas, se ha sacudido a quien siempre ha considerado un enemigo político, y que a un paso estuvo de disputarle el puesto que ahora ostenta en la Cámara Alta. La maniobra para desbancar a Batres Guadarrama fue sencilla: se sometió a voto su permanencia como Presidente de la Mesa Directiva con una variante; no solo votaron los morenitas sino, también, los senadores del PT, lo que para algunos fue ilegal, cuando en realidad la consulta era al grupo parlamentario que también integra ese instituto y el PES, y asunto concluido. Monreal se quita a un enemigo político –aunque se echa en la bolsa un alacrán-, y de paso refuerza su presencia en el Senado con Mónica Fernández.
EL SIGUIENTE camino –no se requiere ser adivino para anticiparlo-, será sacar de la “jugada” a su “adorada” Yeidckol Polevnsky Gurwitz -que busca ser ratificada como Presidenta del Movimiento de Regeneración Nacional-. Polevnsky Gurwitz, que en realidad se llama Citlalli Ibáñez Camacho, ya que es hija de la señora Guillermina Camacho Amezcua y del coronel Cuitláhuac Ibáñez Treviño, se declaró enemiga jurada de Monreal que ahora, con un Senado a modo, seguramente se la cobrará e impulsará la candidatura de Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente del propio senador Monreal, y alguna vez, en 1977, para ser exactos, secretario privado de Porfirio Muñoz Ledo, actual Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja. Fue fundador de la “Juventud Progresista”, movimiento político que exigía la democratización del régimen político que, posteriormente, se convertiría en la fuerza juvenil de la Corriente Democrática del PRI, ésta, encabezada por Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; impulsó la democracia electoral y puso fin al régimen de partido único en México. Es Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana, y en esa misma estudió Filosofía, además de que tiene estudios en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y cursó un diplomado de Relaciones Exteriores en el Instituto Matías Romero. Sin duda, un candidato a la dirigencia nacional de MoReNa con capacidad y experiencia, aunque si finalmente no cuaja, Monreal tiene otra carta bajo la manga: Bertha Luján Uranga, la madre de la actual Secretaria de Trabajo y Previsión Social, María Luisa Alcalde Lujan, quien ya fue Secretaria General de Morena, titular de la Contraloría del Distrito Federal durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (2000-2006) y actualmente desde el 20 de Noviembre de 2015, funge como Presidenta del Consejo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), aunque su aspiración es la presidencia de ese partido.
MONREAL AVILA ya tiene al Senado de su lado, la parte más importante con la que deseaba contar Yeidckol Polevnsky, pero sin Martí Batres poco o nada podrá hacer, pues no hay que olvidar que quien mueve los centavos en esa cámara es el titular de la Junta de Coordinación, y ese cargo lo tiene en el bolsillo Monreal. Por ello no es fortuito que Polevnsky calificara de “vergonzoso” el procedimiento por el cual la bancada de su partido en el Senado eligió este lunes a Mónica Fernández como la próxima presidenta de la Mesa Directiva. Peor aún, que en el éxtasis del malestar argumentara que “es vergonzoso que en el Senado se hagan maniobras para que en una reunión interna del Grupo Parlamentario de Morena llamen a votar al PES y no llamen a votar al PT”. Y es que desde el domingo pasado, Citlalli Ibáñez Camacho, alias Yeidckol Polevnsky Gurwitz o viceversa, se pronunció en contra del proceso y dio su respaldo a Batres. Incluso agregó que si se ponía a votación su continuidad como presidente de la Mesa Directiva, también se debía poner a votación el cargo de coordinador del Grupo Parlamentario de Morena de ese órgano legislativo que ocupa Ricardo Monreal, y acaso lo anterior le costó el cargo a Martí Batres que era mal visto, desde el arranque del actual congreso por el ex Gobernador de Zacatecas, quien inició su trayectoria política en 1975 en el Partido Revolucionario Institucional (donde aprendió lo bueno y lo malo); luego, entre 1998 y 2004 fue Gobernador del Estado de Zacatecas por el Partido de la Revolución Democrática cuando el PRI le negó la postulación (por supuesto que sabe de mañas) y, posteriormente, estuvo involucrado con el Partido del Trabajo (PT) coordinando la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, y en 2017 fue reconocido, también, con el Premio al Mérito Jurídico otorgado por la Barra Interamericana de Abogados.
Y ESTO apenas comienza, pero lo que queda claro es que Yeidckol no la tendrá nada fácil en su tránsito a la Presidencia de MoReNa en Noviembre 20, por más que haya emitido una convocatoria a modo. Como fuera, el Movimiento de Regeneración Nacional ha demostrado que como en cualquier partido, el canibalismo político es la marca, y que en los años por venir, la disputa estará en las diputaciones Federales y locales y, por supuesto, las 13 Gubernaturas que estarán en juego en 2021, y que podrían salir, precisamente, del Senado, lo que reforzaría a Monreal en su ambición presidencial porque, lea usted: se disputarán los gobiernos de Colima, Guerrero –donde el PRI podría ir en alianza con el PRD-; Michoacán, Querétaro, Sinaloa, San Luis Potosí, Nayarit, Campeche, Sonora, Zacatecas, Baja California Sur, Chihuahua y Tlaxcala. Si logra Ricardo Monreal colocar al mayor número de candidatos y gana, nadie le arrebataría la candidatura a la Presidencia en 2024, y acaso ni siquiera el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, con todo y ser “el carnal” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y mejor aún si tiene de su lado a la cámara alta, a los Gobernadores y al CEN de MoReNa. Al tiempo. OPINA carjesus30@hotmail.com
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