Lo que fue su principal bandera de lucha contra el gobierno anterior, que lo hizo crecer en simpatías y apoyo popular a su candidatura a la presidencia de la república, desde que sucedieron los hechos de Ayotzinapa, hasta el día de la elección, hoy se está convirtiendo en el peor lastre para don Andrés Manuel López Obrador, no solo por el descredito hacia su gobierno, sino en un generador de negativos explosivos que pueden poner en peligro varias gubernaturas estatales, y la elección misma de doña Claudia Sheinbaum el próximo 2 de junio, para la cuarta transformación.
A los hechos inéditos del miércoles 6, donde los padres de familia de los 43 desparecidos de la normal Raúl Isidro Burgos, junto con estudiantes, destrozan una puerta trasera del Palacio Nacional, ayudados por una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad, en su justo reclamo por entrevistarse con el titular del poder Ejecutivo Federal, se suma el proditorio asesinato del joven YANQUI KOTHAN GÓMEZ PERALTA, estudiante de la misma escuela normal rural la noche del jueves 7, por elementos de la policía estatal de Evelin Salgado, hija del compadre de Andrés Manuel, el innombrable senador Félix Salgado Macedonio, en un hecho de sangre que pinta de cuerpo entero al saliente gobierno, que desatendió la promesa que les hizo desde que era candidato, y más desde el primero de diciembre de 2018, en que no les cumplió la palabra empeñada de llegar a la verdad de esos lamentables acontecimientos.
Diga lo que diga ahora el hombre de Macuspana Tabasco, su gobierno ya está manchado de sangre y así quedara registrado en los anales de la historia, tanto por su desdén hacia los padres de familia que creyeron en él, y permitieron que usara su tragedia como ariete contra el gobierno de Enrique Peña Nieto, y para ganar votos en 2018 y el gobierno, como ahora con este crimen, y todo por proteger a los corresponsables de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural aquella fatídica noche del 26 de septiembre de 2014.
Su Waterloo llego en el peor momento para don Andrés, justo 85 días antes de las elecciones federales y estatales más numerosa, desconfigurando el escenario de tranquilidad política que traía MORENA, su partido, para ganar tranquilamente ese proceso, complicándoselo ahora, y todo por la testarudez de AMLO de jugar con los sentimientos de los padres de los 43, y luego por proteger el desgobierno de Evelin Salgado (a quien le acaban de asesinar a su exsuegro los del crimen organizado, por andar en un grupo contrario a éstos), y al padre de la gobernadora, el acusado varias veces por los delitos de violación Félix Salgado Macedonio, que es, el que en verdad (des) gobierna el estado de Guerrero, cuya población vive sus peores momentos a manos de los malosos allí asentados, desde que Félix fue alcalde de Acapulco.
Don Andrés ya no ve lo duro sino lo tupido que le está yendo. Le llueve sobre mojado; por eso ya advierte públicamente desde su mañanera que puede perder la ciudad de México después de 27 años, y yo agregaría que no solo esa elección, sino otras más como Jalisco, Yucatán, Guanajuato, Morelos y Veracruz.
Por Helí Herrera Hernández
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