Por Omar Zúñiga
A finales de octubre pasado hubo necesidad de hacer uso de los servicios médicos que provee el estado, a través del CAE, antes CEM, hospital Rafael Lucio, en Xalapa.
Independientemente del gran profesionalismo del trato (y un reconocimiento al personal) tristemente, además de las instalaciones que están para llorar, los servicios de limpieza son dignos de análisis profundo.
Una joven mujer, cargando una cubeta, pasaba su trapeador por el piso del hospital, lo metía en la cubeta con la intención de enjuagarlo en la mezcla de agua sucia con algún limpiador, a juzgar por el olor…
Dos, tres zambullidas y el cabezal de aquel mechudo percudido fue tomado entre las manos desnudas de esta joven, para exprimir aquel jugo extraño, mezcla de agua, limpiador y por supuesto, suciedad de hospital…
Los médicos y químicos que ahí estaban, cuestionados al respecto sobre cómo era posible que esta persona metiera las manos desnudas, así a lo pelón, sobre esa mezcla líquida extraña, y conscientes del riesgo que ellas corren (no es sólo una persona), de inmediato se desmarcaron y aunque condenaron el hecho, argumentaron que se trataba de personal que era subcontratado.
Con esto, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, esa misma que la Presidencia de la República busca desaparecer, se solicitó información al respecto, para saber montos de contratos, cuántos eran, etc., con el fin de conocer y estar en condiciones de informar lo que se hace bien…, pero también lo que se hace mal
Pues bien, el 29 de octubre pasado se realizó la solicitud de información, que muy amablemente contestaron mediante un par de oficios.
El primer de ellos firmado por Facundo Valdivia Cadena, subdirector de Recursos Materiales de Sesver, que entre otras cosas, ciertamente chistosas, dice que “(…) Debido a que el peticionario requiere la información digitalizada, se hace de su conocimiento que no existe obligación de elaborar documentos ad hoc (sic) (cosa que nunca se pidió) para atender las solicitudes de Acceso a la Información, lo cual se establece en el Criterio 03/17 emitidos por el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (…) una vez delimitada la competencia, y en atención a la presente solicitud de información, se informa que se realizó una búsqueda minuciosa y exhaustiva (sic) en los archivos físicos y electrónicos del Departamento de Adquisiciones dependiente de esta Subdirección de Recursos Materiales, y se desprende que, se encontró la contratación del servicio de limpieza, el cual podrá consultar los datos en el Portal de Transparencia de Servicios de Salud de Veracruz, en el siguiente link:”
Seguido de algo que pretende ser una liga, que no conduce absolutamente a ningún lado, pues se trata de un archivo pdf, que contiene tres hojas escaneadas.
Y el más curioso, pero al mismo tiempo preocupante es el oficio que firma el jefe del Departamento de Servicios Generales, Abraham Molina González, de profesión ingeniero (según su firma) en el que dice “(…) Por lo que respecta a dicha solicitud y en función a las atribuciones de este Departamento, me permito informar lo siguiente, en función a los puntos:
*Requiero información sobre quien o quienes (sic) prestan el servicio de limpieza en los hospitales del estado de Veracruz. - La información se encuentra plasmado (sic) en el contrato correspondiente, sin embargo, este Departamento de Servicios Generales no elabora contratos, en apego al Manual Especifico (sic) de Organización de la Dirección Administrativa.
"Si es persona física o moral. Entregar datos en ambos casos: nombre, razón social y nombre comercial. - Los datos solicitados se encuentra plasmado en el contrato correspondiente, sin embargo, este Departamento de Servicios Generales no elabora contratos, en apego al Manual Especifico (sic) de Organización de la Dirección Administrativa (…)”.
Y así se la lleva ante cada punto de la solicitud.
Una persona al frente de un departamento tan sensible como el que encabeza el inge, que no sea capaz de poder responder a un oficio es preocupante, y mucho más preocupante aún, que no sepa lo que está contestando.
Más allá de que las autoridades se esforzaron en mantener la información en la mayor opacidad posible, que contestaron nada en la solicitud y que por eso fueron requeridos en la PNT, a la información que se llegó es lo verdaderamente grave del caso.
De entrada y para desgracia del señor Molina González, sí existe contrato y para la desgracia de Facundo Valdivia, ya lo tenemos.
Se trata del número de contrato SESVER/DA/C-034/2024, suscrito el 1 de enero del año que está por terminar, es decir 2024 (de nada).
Las condiciones de pago son en moneda nacional, mediante transferencia electrónica y el “objeto del contrato” es el “servicio subrogado de limpieza a Oficinas Centrales, Jurisdicciones Sanitarias, Hospitales, Laboratorio Estatal de Salud Pública, Centro Estatal de Transfusión Sanguínea, Asilos, Hogar del Niño, Capasits y Centros de Salud dependientes de Sesver”.
El monto de lo contratado es de “$136,589,909.70 (ciento treinta y seis millones quinientos ochenta y nueve pesos 70/100 M.N.) más 16% del Impuesto al Valor Agregado por un importe de $21,854,385.55 (veintiún millones ochocientos cincuenta y cuatro mil trescientos ochenta y cinco 55/100 M.N.), haciendo un importe total de $158,444,295.25 (ciento cincuenta y ocho millones cuatrocientos cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y cinco pesos 25/100 M.N.)”.
Y sí, leyó usted bien, casi 160 millones por servicios de limpieza, pero lo más llamativo por no decir extraño, es que la vigencia de este contrato es del 1 de enero al 30 de abril de 2024, es decir, sólo un cuatrimestre, y como no está la información completa, sólo hay que multiplicar esta cifra por los tres cuatrimestres que tiene el año, que nos daría la cifra en números cerrados, de 474 millones de pesos, ¡casi 500 millones! para los servicios de limpieza en Sesver.
El contrato está en favor de la persona moral “Limpieza Especializada Industrial y Hospitalaria S.A de C.V.”.
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Para documentar el optimismo, este contrato, el SESVER/DA/C-034/2024 por casi 160 millones de pesos, fue designado por adjudicación directa. Uuuuffff.
Esto se logró saber a pesar de la opacidad con que se manejan la autoridades de Sesver y con la que buscan manejar los recursos públicos.
Algo así es muy complicado que no sea del conocimiento de la secretaria de Salud Guadalupe Díaz del Castillo y del mismo gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que si lo sabe, malo y si no lo sabe, peor, aunque esa ha sido la constante con la que se ha manejado en su gobierno, la ignorancia.
Y aquí debe recordar el ínclito mandatario, a escasos 10 días de que termine su gestión, que la ignorancia no exime la responsabilidad.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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