Por Omar Zúñiga
El trabajo que se ha realizado en el Congreso del Estado en esta Legislatura ha sido por demás singular, la explicación es simple: nunca antes hubo elección judicial y la organización distó mucho de ser fácil.
Tuvieron que pasar casi dos décadas para que las y los trabajadores del Congreso de Veracruz escucharan de viva voz a un presidente de la Junta de Coordinación Política, expresar palabras de reconocimiento y elogios a su chamba.
El auditorio Sebastián Lerdo de Tejada fue el telón de fondo y mudo testigo de esta acción, el miércoles por la tarde, en que fue llamado el personal del Congreso de Veracruz.
Dos días antes, el 1 de septiembre, las y los servidores públicos de la LXVII Legislatura se hicieron cargo de la logística de un evento inédito: la toma de protesta de las y los impartidores de justicia, magistrados incluidos.
Además, por primera ocasión coincidieron en el Palacio Legislativo una mujer gobernadora, una mujer presidenta de la Mesa Directiva del Congreso Local y una mujer presidenta del Tribunal Superior de Justicia.
A su alrededor, más de 100 personas juzgadoras electas el 1 de junio, tomaron protesta en lo que sin duda es una nueva era del Poder Judicial de Veracruz.
Más tarde todos ellos fueron convocados a la histórica fotografía, habñia que ordenarlos y no fue fácil.
La gobernadora Rocío Nahle fue la primera en resaltar la impecable organización de la Legislatura; el diputado Esteban Bautista, líder de la Jucopo, hizo lo propio para reconocer el esfuerzo, la dedicación y el excelente resultado del trabajo de su equipo.
La felicitación fue extensiva de parte Naomi Edith Gómez Santos, presidenta de la Mesa Directiva y del secretario Domingo Bahena.
En honor a la verdad, vaya el reconocimiento, más que merecido a todas y todos ellos, y por supuesto, al presidente de la Junta de Coordinación Política, que a diferencia del pasado, no se ha subido a la nube en la que el otro andaba y se mantiene en el piso, reconociendo la chinga que se llevó su equipo de trabajo.
Hace varias legislaturas que no se veía en el edificio de Encanto.
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Uno de los dolores de cabeza en el actual gobierno de Veracruz, además de la cuestión de inseguridad que no es cosa sencilla, es lo relativo al Sector Salud, tanto en la Secretaría como en los Servicios Coordinados de Salud.
La misma gobernadora Rocío Nahle García ha tenido que salir a dar la cara en reiteradas ocasiones por quienes tienen a su cargo las diferentes responsabilidades en esas dependencias.
Desde la falta de pago a proveedores, insuficiencia de personal médico, paros laborales, hasta despidos masivos de personal y por supuesto los terribles faltantes de medicamentos en los inventarios, han sido parte de los episodios que han acaparado la atención de la opinión pública y que más críticas le generan al gobierno de la 4T en Veracruz, pues a pesar de que las instrucciones de la gobernadora Nahle han sido tajantes en el sentido de poner orden, nomás no pueden.
Cuesta trabajo creer que todo este caos sea originado por una sola persona, pues Salud es una quimera casi del tamaño de la SEV, mil y un cabezas, y mismo número de responsables.
Sin embargo, hoy sabemos que todo este desorden institucional en el Sector Salud de Veracruz, SÍ es causado por una sola persona y que ni siquiera tiene nombramiento en el organigarma oficial.
Se trata de una asesora jurídica, de nombre María del Consuelo Lagunas Jiménez.
Sin tener firma oficial, Lagunas tiene la influencia necesaria para ocasionar el nudo operativo por el que se traba todo el funcionamiento de la dependencia, pues todo, absolutamente todo lo que llega a su escritorio, “es revisado” hasta la lentitud burocrática de los años 70 en que se pedía un “estímulo procesal”, y sin su VistoBueno, simple y llanamente no avanza nada: ningún pago, contrato o acción, así sean órdenes de la mismísima presidenta Sheinbaum o bien de la gobernadora Nahle. Nadota, para estar a tono con los tiempos.
El botón de muestra más reciente fue la falta de pago por la que los hospitales dejaron de tener servicio de limpieza, algo nunca antes visto, ni siquiera en el oscuro gobierno del gris Cuitláhuac García que ya es decir algo, porque las condiciones de la gente de intendencia eran francamente inhumanas.
La justificación de esta funcionaria es que “cuida las espaldas” de sus superiores, pero con ese pretexto, suspende, extiende o ejecuta contratos a libre albedrío.
El maldito “pero” de siempre llega, porque lo más tenebroso del asunto es que María del Consuelo Lagunas Jiménez, fue colaboradora cercana del enemigo público número uno del gobierno de Rocío Nahle, el jefe del cártel del Estero, Miguel Ángel Yunes Linares.
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Para documentar el optimismo, resulta que hoy convertida en una “simple asesora jurídica”, Consuelo Lagunas ha tenido la habilidad de transitar por varias administraciones, desde los últimos dos gobiernos priistas; ostentó cargos en la administración panista de Yunes Linares y más recientemente se incorporó a la Cuatroté, gracias a los oficios del peor alcalde que ha tenido Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero.
Consuelo Lagunas ingresó a la Procuraduría en el sexenio de Fidel, como directora de Control de Procesos, donde manejaba todas las órdenes de aprehensión giradas por los diferentes Juzgados de la entidad.
En la vorágine del duartismo, permaneció en la misma dependencia donde trabajó para los entonces procuradores.
Ya para el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares, tuvo cargos en Sefiplan y en la Secretaría de Trabajo.
Bajo las órdenes directas de la secretaria de Finanzas y Planeación, hoy prófuga Clementina Guerrero García, de diciembre de 2016 a julio de 2017, fue subprocuradora de Asuntos Contenciosos en Sefiplan.
Para 2018, bajo las órdenes de María de los Ángeles de Jesús González en la Secretaría del Trabajo, Previsión Social y Productividad, fungió como capacitadora especial.
Posteriormente, fue sumada al equipo del morenista Hipólito Rodríguez Herrero, quien la nombra Coordinadora Jurídica de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Xalapa (CMAS).
En este cargo, deja en pasivos contingentes por 57.9 millones de pesos, es decir ella firma documentos en los qu ese asineta que la CMAS debe pagar esa estratósferica suma por juicios laborales, contenciosos administrativos, mercantiles, así como procedimientos reclamatorios.
Literalmente, de un plumazo comprometió pagos millonarios para las futuras administraciones que hoy sufren las consecuencias.
Hoy en día, Lagunas Jiménez tiene de facto el manejo pleno del Sector Salud de Veracruz, donde seguramente seguirá dando de qué hablar hasta que alguien le ponga un alto, no hay otra manera.
La gran pregunta es si todo esto lo sabrá la gobernadora Nahle.
La respuesta es simple, seguramente no.
Seguiremos informando.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.co
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