Por Omar Zúñiga
El Órgano de Administración del Tribunal Superior de Justicia ya empezó a hacer de las suyas, a escasas 24 horas de haber entrado en funciones los nuevos magistrados y jueces que tomaran protesta apenas el lunes pasado 1 de septiembre.
Este martes 2, en “sesión extraordinaria” empezaron con la adscripción de quienes tomaron protesta para ir a encabezar un juzgado, que se supone tendría que ir de acuerdo a la votación que sacaron…, pero no.
Además de tomar posesión del juzgado al día siguiente de recibir su oficio, es decir este miércoles 3, los lugares los designaron de acuerdo a como se hayan despertado los ilustres miembros del Órgano, no de acuerdo a la voyación que sacaron.
Para darle una idea de lo que hicieron: a personas que resultaron en séptimo lugar, por ejemplo, la dejaron en Xalapa, que eso no tendría nada de extraño si no fuer porque a los primeros lugares de la elección los mandaron a lugares tan alejados de la capital jarocha, como Pánuco o Minatitlán, que dicho sea de paso son juzgados que ni siquiera entraron en la elección.
Como si se tratara de difundir las coordenadas de la X que marca el lugar donde el pirata Lorencillo enterró su tesoro, a los jueces les impidieron entrar con teléfono celular o cualquier otro gadget o aparato electrónico.
¿Qué esconden?; sí, es pregunta.
En todo este río revueto, nos llegó la información que un juzgado en Xalapa quedó acéfalo…, porque estarían pidiendo una importante suma a cambio de esa adscripción, sin embargo, como esto no podemos probarlo, mejor no lo decimos.
Este es el “nuevo” Poder Judicial, donde el Órgano de Adminsitración que debió haber nombrado la presidenta entrante, lo nombró la que se fue.
Así las cosas en la cuatroté.
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Para documentar el optimismo.
A pesar de que existen impugnaciones en 82 de los 212 municipios que eligieron presidente municipal el pasado 1 de junio, muchas de las autoridades electas ya empezaron con la repartición de los cargos, sin cortapisa alguna.
Además de no haber empacho ni humildad de pensar en el escenario en que la elección se les puede caer en la mesa, las traiciones están al orden del día, “abriendo” a la gente que se la partió en campaña, y trayendo a los cuates que no viven en el municipio que piensan gobernar.
Este es el caso de Bibiana Sánchez Báez, conocida como Bibiana Báez y/o Bibi Báez, alcaldesa electa de Puente Nacional que llegó abanderada por Movimiento Ciudadano, sin arraigo social y mucho menos político en su municipio, puesto que hizo la mayor parte de su vida en Xalapa, donde estudió.
Por esta razón debió buscar los apoyos de la gente del pueblo para integrarla en su panilla, y de liderazgos locales para sumar a su campaña.
El resultado fue bueno, los liderazgos que sumó son muy bien vistos por la gente de Puente Nacional, por eso ganó.
El maldito “pero” de siempre viene a cuento, porque precisamente uno de esos liderazgos, el actual síndico electo Francisco Palmeros, conocido en el pueblo como “Pakosqui”, es un hombre que viene desde abajo, ha salido adelante gracias a su propios medios y gracias a eso tiene un negocio dedicado a la venta de carnitas, en la localidad de Tamarindo, sobre la carretera a Xalapa.
De eso vive, sin lujos pero sin penas, no le pide nada a nadie y la gente lo quiere y lo quiere bien, pues se ha dedicado durante muchos añosca realizar labor social, que sale de su bolsa.
Pakosqui Camberos es de la gente que le apostó su capital social a Bibi Báez, pensando que, debido a sus 31 años, sería un persona fresca, que quería llegar a la presidencia municipal por lo que dice en los postulados que subió al micrositio “conóceles” del OPLE a la pregunta: ¿Por qué quiere ocupar un cargo público? -“Porque quiero contribuir al bienestar de mi Municipio desde una posición en la que pueda tomar decisiones que generen un impacto real. Creo firmemente en el servicio público como una herramienta para transformar vidas, garantizar derechos y construir un entorno más justo y equitativo para todos”.
Sin embargo, al parecer el entorno que quiere construir es para ella y sus amigos, no para la gente que trabajó y sudó caminando junto a ella, acercándole a sus familiares, amigos, vecinos y grupos de gente de trabajo.
De buenas a primeras, Bibi enseñó el cobre. Rompió acuerdos. A ellos, al equipo que caminó junto a ella les dijo, que a aquellos que no le metieron dinero a su campaña, no tiene derecho a pedir nada, así con esa claridad.
Pero tampoco a los que le apostaron y le metieron mucho más que ganas, por eso se ha ganado y según nos dicen, muy bien, el mote de traidora.
De vuelta al tema del síndico electo, Bibi le dijo que como él no le invirtió en metálico, no tenía derecho ni a poner en su oficina una secretaria de su confianza, de ese tamaño es la soberbia, de quien hasta hoy no ha ganado nada, pues una de las elecciones que están impugnadas es precisamente Puente Nacional y está en manos del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV).
Y ella misma ya está sufriendo los estragos de su soberbia, pues a los lugares que va “a dar las gracias”, sin la gente que caminó a su lado, la recepción no es la misma.
De entrada Pakosqui Palmeros hace los amarres necesarios para, desde su trinchera, cumplirle a la gente que creyó en él y le dio su confianza.
¿Pero qué necesidad?, dijo el filósofo de Juárez.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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