Por Omar Zúñiga
El ejercicio periodístico transitó de ser una profesión por lo demás respetada a lo que tenemos actualmente.
Una profesión que ha sido catalogada en México como la más peligrosa para ejercer en un país que no se encuentra en guerra… con otro país, y cuyas agresiones hacia lo periodistas provienen de una fuente principal y no, no es el crimen, sino las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Agresiones en todo momento y desde la más alta tribuna del país en Palacio Nacional, buscando minimizar o vilipendiar a los medios, con la gastada explicación de que los supuestos ataques provienen de grupos facciosos o de la derecha que buscan desestabilizar al gobierno, cuando lo único que hacen (hacemos) es informar, ser un vínculo entre las autoridades y la sociedad. Es simple.
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Por estas razones, la postura del profe Esteban Bautista cobra especial relevancia.
Reconoce que tiene que haber una voz crítica. “A veces hay servidores públicos que se incomodan por un tema, pero yo lo tengo muy claro, muy delimitado”.
“A veces en el régimen o los diferentes tipos de gobierno que hemos tenido, hay personas a las que les incomoda esa voz formativa, esa voz crítica y llegan a cometer cosas como lo que pasó con la compañera Regina (Martínez), su muerte no viene de un callejero, no viene de la ocurrencia, fue planeado, fue una muerte que nos afectó a todos”.
Una sociedad no puede avanzar así, los medios, los periodistas “son parte fundamental de esta sociedad. Ustedes mueven la información, ustedes ponen su pluma, su pensamiento y yo les respeto”.
Esa es la palabra: RESPETO.
No le cuesta nada a las autoridades entender esto y que necesariamente debe haber diferencia de pensamiento y respetarlo, por el contrario, la crítica bien fundada siempre ha sido base en la toma de decisiones, así ha sido en la historia de la humanidad.
Sólo los tiranos no lo entienden y no respetan el libre pensamiento. Y también históricamente son los tiranos quienes han sido derrocados y tenido los finales más espeluznantes.
Ahí están, por ejemplo Tito en la ex Yugoslavia, Nicolae Ceausescu en Rumania o en un nuestro presente, Nicolás Maduro, que encabeza un régimen donde prácticamente no hay libertad de expresión.
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Por eso se le agradece al profe Bautista, presidente de la Jucopo en el Congreso de Veracruz, la postura demócrata y republicana a respetar el derecho a disentir y a la libertad de expresión.
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En este contexto, el exceso de acusar de terrorismo a un compañero reportero de Coatzacoalcos, cobra especial relevancia.
No se vale, bajo ninguna circunstancia, tomar este tipo de actitudes contra la prensa.
Recuerden que los carniceros de hoy, serán las reses de mañana, invariablamente; no hay democracia sin libertad de expresión.
Por cierto, de la CEAPP, ni sus luces en este asunto.
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Se agradece la decisión que tomaron en Puente Nacional, de recular y hacer su acto de toma de protesta como la Ley manda.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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