El Consejo Nacional Electoral, máximo órgano electoral de Venezuela, ha declarado ya a Nicolás Maduro como el triunfador en la elección nacional de ese país con 51.20 por ciento de los votos a su favor (5 millones 150 mil 92 sufragios), frente al 44.2 por ciento obtenido por el candidato opositor, Edmundo González, la situación permanece en tensa calma porque en aquel país pocos concuerdan con esos resultados tan inesperados como increíbles. Son fuertes los rumores acerca de un fraude electoral descomunal planeado desde el gobierno cuyo reflejo más elocuente se demostró en haber impedido la participación de observadores extranjeros impidiéndoles la entrada al país o expulsándolos del mismo. El récord electoral de maduro asciende ya a tres elecciones, todas con fuerte tufo fraudulento, esa percepción genera una elevada suspicacia incluso fuera del país. En círculos gubernamentales de Chile, Perú, Costa Rica, Guatemala, Argentina, Uruguay, Colombia, Reino Unido, España, Italia y en la Unión Europea se exige un detenido cómputo de las actas, el denominador común es de desconfianza en el resultado electoral que da por ganador a Maduro.
En México, el presidente López Obrador declaró que espera la confirmación del órgano electoral para “reconocer” el triunfo de Maduro. Sin embargo, es previsible que el gobierno mexicano se incline por “reconocer” el triunfo electoral de Maduro en solidaridad contra el embate internacional que comienza a fraguarse en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde a petición de 12 de sus países miembros se celebrará una reunión extraordinaria mañana miércoles. Va a correr mucha tinta en temas relativos a esta elección, en analogía con las anteriores elecciones la oposición se irá al exilio (o ya está) y recibirá la solidaridad política y económica de los adversarios de Maduro, ya antes así ha sido, obviamente sin éxito. Pero las fuerzas que apoyan a Nicolás Maduro forman una minoría de élite, fincada en intereses y complicidades de poder, es un suelo poco firme para Maduro, quien después de tres reelecciones de cariz fraudulento se sostiene sobre bases muy movedizas. Por supuesto, en el orden internacional con el gobierno venezolano se solidarizan Cuba, Nicaragua y quizás Brasil, ¿México los acompañará? Es inútil adivinar lo que muy pronto sabremos. |
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