El desplegado firmado este 10 de mayo por los dirigentes nacionales y estatales del PAN, PRI y PRD, constituye de hecho, el acta de nacimiento del “bloque opositor por Veracruz”.
En términos cuantitativos, con base en los resultados de los comicios del 1 de julio de 2018, el nuevo bloque opositor representa a 1 millón 982 mil votantes, contra 1 millón 667 mil 239 sufragios de la coalición Juntos Haremos Historia.
En ese sentido, al menos de manera simbólica, la suma de las minorías ha conformado una nueva mayoría en Veracruz, que rebasa por más de 300 mil votos a la coalición que gobierna la entidad.
Queda claro que los alcances políticos de este bloque – más allá de oponerse con éxito a la iniciativa de reforma electoral de Morena o definir la agenda legislativa - podrían concretarse a mediano plazo, si es que logran armar una plataforma común que represente una opción en los comicios del próximo año, en que se renovarán presidentes municipales, síndicos y regidores, y los 50 diputados del Congreso local, así como diputados federales.
Por lo pronto, los dirigentes partidistas denunciaron que en la sesión ordinaria del Congreso del Estado del pasado sábado 2 de mayo, la fracción legislativa de Morena presentó una propuesta de reforma electoral que contiene temas “que solo fueron discutidos hacia el interior de esa fracción, como el voto electrónico, la consulta popular que impedirá a la postre la revocación del mandato para servidores públicos de elección popular, la modificación estructural del Organismo Público Local Electoral, sus Consejos Distritales y Municipales, entre otros”, con lo cual aseguran, los morenistas pretenden por un lado, proteger al Ejecutivo del Estado (de la consulta ciudadana para la revocación de mandato) y por el otro, concentrar las elecciones municipales en solo 30 consejos distritales, desapareciendo los consejos municipales.
Y no hay que ser especialista en derecho para darse cuenta que este último punto no solo atenta contra la soberanía municipal, sino que violenta el orden constitucional porque impide que los ciudadanos de un municipio ejerzan su derecho de organizar y contar los votos para renovar a sus autoridades, pues con la reforma esa facultad se delegaría en un consejo distrital.
La discusión apenas comienza y muy probablemente llegará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación en forma de acciones de inconstitucionalidad, pero está claro que la conformación del bloque opositor modifica cualitativamente los escenarios políticos en Veracruz, pues constituye de entrada un contrapeso real al ejercicio del poder público representado por Morena – que en ese escenario simbólico se convierte de facto en minoría - y podría ayudar a frenar eventuales abusos y excesos lo que a la postre resultará en beneficio de los veracruzanos.
Y como corolario, habría que subrayar que la propia iglesia católica en Veracruz, a través del vocero del Arzobispado de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, expresó este lunes su preocupación y desacuerdo con la reforma electoral propuesta por Morena al calificarla como un “atentado” que va a dinamitar la estructura electoral, lo que le restaría credibilidad y a la gente la posibilidad de vigilar su voto.
Así las cosas, Morena y la Cuarta Transformación en Veracruz suman adversarios reales. |
|