El resultado electoral de la elección intermedia de 2021 es muestra elocuente de un sustantivo cambio en la preferencia electoral del ciudadano mexicano, por lo menos avisa de un variación que bien pudiera convertirse en tendencia, solo comprobable a través del resultado relativo al proceso electoral en marcha. No fue buena señal el que en 2021 la Alianza opositora, en Veracruz, haya alcanzado apenas tres diputaciones locales, una de ellas por cierto la consiguió José Yunes Zorrilla en el Distrito de Coatepec, las otras fueron las de Veracruz y de Tantoyuca, muy semejante resultado al de las diputaciones federales competidas en aquella elección. Por supuesto, las actuales circunstancias oposicionistas son ligeramente diferentes a las de 2021, la elección venidera será de índole diferente a aquella, pues contiene ingredientes adicionales de indiscutible influencia, habrá oportunidad de enumerarlos.
Ahora, para analizar el caso de Veracruz de inicio debemos comenzar por recordar que la Coalición “Juntos Haremos Historia” (integrada por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social), que llevó al triunfo en 2018 a Cuitláhuac García, acumuló un millón 667 mil 239 votos, una cantidad que es punto de referencia en este proceso electoral, porque sin duda las coaliciones contendientes del momento fijan sus expectativas de triunfo superando esa cifra. Obviamente, son circunstancias diferentes, aunque AMLO sigue siendo un denominador común. Y respecto a los candidatos de ahora la novedad es Rocío Nahle versus Pepe Yunes, o a la inversa, en un escenario donde nada está definido, pero que, por alguna razón ya nada es igual a 2018. La moneda ha sido lanzada al aire, de cómo caiga depende del éxito o el fracaso de las respectivas estrategias de cada bando. |
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