El domingo 3 del mes en curso la asociación política “Alianza Generacional” celebró su XXIV Asamblea anual, es una organización con fuente de nacimiento en el siglo XX y puesta en operación en la alborada del XXI (sufrió la cruda realidad de la alternancia del años 2000), en su seno abriga a personajes que cubrieron toda una época en la evolución política veracruzana, un fenómeno claramente avizorado porque quienes encabezaron la referida Asamblea pertenecen a tres generaciones consecutivas: Héctor Yunes Landa, fundador y dirigente de esa Alianza, de inicios políticos que datan desde el gobierno de Agustín Acosta Lagunes (1980-1986), José Yunes Zorrilla (el precandidato de la Alianza opositora al gobierno veracruzano a quien la asociación brindó su respaldo), con trayectoria política fecundada a partir de 1997, finales del gobierno de Patricio Chirinos e inicios del de Miguel Aleman (1998-2004), y Miguel Ángel Yunes Márquez, quien fuera alcalde de Boca del Río de 2004 a 2007, ahora perfilado a una candidatura por la Alianza opositora. Estos personajes y los allí presentes pertenecen a tres generaciones entreveradas de políticos, unificadas ahora por el propósito de competirle a Morena el gobierno veracruzano con la candidatura encabezada por José Yunes Zorrilla. Ambos, Héctor y José Yunes ofrecieron sus respectivas y coincidentes reflexiones frente a una audiencia muy capacitada para leer entre líneas los mensajes, si en realidad habrá correspondencia entre la palabra y la acción la Coalición opositora en este evento mostró musculo para competir con solvencia en 2024.
En contraste con el pesimismo que flotaba en los partidos opositores hace apenas tres años, ahora crece la esperanza de recuperar el poder, no solo por la reactivación de la clase política sino porque al interior de la sociedad se ha generado un caldo de cultivo propicio para la competencia opositora. Y de entrada José Yunes Zorrilla es un muy buen candidato, con todo lo que esto implica. Cuenta con envidiable trayectoria en el servicio público, su experiencia en la política y en la administración pública nunca ha estado en entredicho y, sobre todo, para competir lo anima su vocación de servicio e incursionar en una competencia electoral no exenta de riesgos judicializables. La imagen de José Yunes Zorrilla concita la simpatía ciudadana, sin duda lo ha podido comprobar en su incansable periplo por la geografía veracruzana; en el rango institucional será candidato por una alianza partidista porque así lo exige nuestro marco normativo, pero en buen sentido es un candidato con perfil de ariete social porque representa el animo de la inconformidad colectiva no sujeta a las dádivas de los programas sociales. El sábado próximo habrá otro evento de significativa importancia porque la Asociación Política “Vía Veracruzana”, encabezada por Amadeo Flores Espinosa (su desplante político arrancó en tiempos de Hernández Ochoa 1974-1980), tendrá su reunión anual donde manifestará su respaldo y adhesión a la precandidatura de José Yunes Zorrilla, allí estará presente otra numerosa sección de la clase política veracruzana, que vista desde el bando contrario ya notó no sin preocupación la candidata de Morena, Rocío Nahle, cuando expresó: “la oposición no está dormida”. Y se mueve. |
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