No es que la patria se esté envolviendo y disputando en el programa de Ciro Gómez Leyva en Radio Formula. Brotó al escenario la limpia que la empresa y comunicador hicieron de sus invitados. A todos les dio las gracias: Lilly Téllez, Germán Martínez y Sergio Taboada, por el lado de los críticos, por el oficialismo Epigmenio y Arturo Zaldívar. Epigmenio no aguantó vara. Escribió:
“De todas esas personas que me escuchaban cada miércoles hoy me despido. No lo haré desde el estudio, pues he decidido no acudir a mi última cita. Ya no “me queda la palabra” en ese espacio donde la furia, la intolerancia, las órdenes a gritos y el autoritarismo característico de la derecha conservadora terminaron por imponerse. Que sea la de Ciro, la de muchas y muchos líderes de opinión que, como él, monopolizan los espacios más importantes de los medios de comunicación masiva, rabia sin eco. No fue la de Ciro, como no la ha sido la de otras y otros conductores de radio y Tv, una graciosa concesión. No fue tampoco la aceptación expresa de un error; se trató más bien de un ajuste mercadotécnico temporal. Abrieron los espacios a voces discordantes porque la realidad, a la que tantos años han dado la espalda y de la que no aceptan ni siquiera referencias, los doblegó. El país va por el rumbo que el pueblo decidió en las urnas y no por el que quisieron conducirlo.
EL OTRO PLEITO CALLEJERO
Ricardo Monreal y Adán Augusto, se dieron con todo, más bien Adán a Monreal. Comenta Salvador García Soto de El Universal:
“Sentados frente a la Presidenta, que los recibió la tarde del pasado lunes, Adán Augusto y Ricardo Monreal se hicieron de palabras y subieron el tono, a pesar de que la doctora los llamaba al orden. La escena de los dos engallados coordinadores molestó tanto a la doctora, según nos dicen fuentes directas de Palacio Nacional, que ordenó que se prepare un relevo en ambas coordinaciones, a las que llegarían en el Senado, Ignacio Mier Velasco, el senador poblano que fue un disciplinado coordinador de diputados en la pasada legislatura, y en la Cámara de Diputados el sustituto sería Alfonso Ramírez Cuellar, cercano a la Presidenta. La decisión salomónica de remover a los dos líderes del oficialismo en el Congreso se aplicaría si ambos no cesan la intensidad de su pleito y persisten en dividir a las dos bancadas de Morena. La instrucción, nos dicen las fuentes, ya fue dada por la Presidenta, que, al ver personalmente el nivel de tensión y enfrentamiento entre los dos, les mandó el mensaje claro y directo con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, “o se calman y paran la división entre morenistas en el Congreso, o se van los dos”.
Órale, pues. |
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