La justa deportiva de los Juegos Olímpicos han sido siempre una forma de medir a las naciones que compiten. Hay quienes se han “especializado” en determinadas luchas. Hoy los kenianos parecen invencibles en La Maratón, por poner un ejemplo...
Pero el número de medallas que ganan los países es lo que determina su actuación. La nuestra, en París, fue mucho mejor que en 1924, también ahí en La Ciudad Luz; cuando no se ganó ni una sola...
Imperdonable no mencionar a mi General Humberto Mariles (1913 - 1972) que, en 1948 en Londres, fue el primer mexicano en ganar una Medalla Olímpica de oro -y ganó 2; y 1 de bronce- montando a Arete...
El famoso alazán tostado que nació tuerto del ojo izquierdo. Y por ello se consideraba que, al no poder ver la profundidad, sería difícil que pudiera saltar. Pero la conexión de confianza entre el jinete y su caballo, lo hizo posible...
En el 68 fue cuando más medallas se ganaron: fueron 9. Tres de oro, tres de plata y tres de bronce. Hoy, reflejando el estatus de la Patria, el apoyo oficial a los deportistas -aunque algunos fueron por su cuenta- toda vez que, como se esperaba que sucediera, no los apoyó la Presidenta del deporte, Ana Gabriela Guevara, medalla de plata en Atenas en 2004...
Pero a pesar de todos los esfuerzos, no se ganó ni una de oro, solo 3 de plata y 2 de bronce; ocupando en el medallero el lugar número 65. En 2020 fueron 4 de bronce. Pero el Presidente López Obrador dijo...
Que el escaso número de medallas, se debió a que en los sexenios pasados se dedicaron a saquear y abandonar al pueblo. La misma cantaleta de siempre. Por ahí alguien le gritó: ¡desde que se inventaron los pretextos! Pero todo indica que no vamos bien...
Y menos, cuando tratan de componerla; y más se hunden...
El hecho de que Ismael El Mayo Zambada; personaje que sin duda pasará a la Historia de este nuestro México -ya en caída libre hacia un cambio, no solo necesario, sino inevitable-...
Y es inevitable, porque esto no puede seguir así. No se sabe hasta cuándo tocaremos fondo; pero, digan lo que digan, estamos peor. Para quienes somos viejos, es más que evidente...
Y por ello tenemos la obligación de decirles a todos los que vienen atrás, que así no se puede seguir. Que vamos por el camino equivocado. El dividir a la sociedad, es el peor legado que se puede dejar a un pueblo. Y es, en una palabra: criminal...
Y es criminal, porque muchos crímenes se han cometido y se seguirán cometiendo mientras todos los mexicanos no encontremos una meta que nos una, que nos identifique...
Los Partidos Políticos, auténticas agencias de colocaciones, ya no deben recibir dinero del Erario. Que se mantengan haciendo bien las cosas. Quien hace las cosas bien; bien le va. Si lo suyo es la política, que pregonen con el ejemplo, no con la palabra. No mentir, no robar, no traicionar, se quedaron en palabras...
Habiendo sido mencionado José Rosario Heras López, como escolta de El Mayo. Ante la rotunda evidencia que es la nómina de la Fiscalía General del Estado, donde aparece como elemento de la misma, sólo se les ocurrió decir que andaba de vacaciones. Y se lavaron las manos...
Por lo que se deduce; que, saliendo de vacaciones, se fue directamente a la casa de El Mayo y le pidió chamba de escolta. Y sin más, sin que nadie lo conociera o diera referencias suyas, El Mayo; lo contrató por 15 días...
Si en lugar de decir que andaba de vacaciones, hubieran dicho que era un agente infiltrado, habría sido algo creíble. Y no habría que dar más explicaciones; pero no: Andaba de vacaciones. Y agregaron que el elemento de la Policía de Investigación, tenía vacaciones del 15 al 30 de julio; pero el día 28 fue reportado como desaparecido...
Lo que de todo esto se saca de cierto, es que con el dinero de los ciudadanos les pagan los guardaespaldas a los capos. Hombre, creo que ya se pasan ¿no? Porque hay más...
En realidad, poco importa -aunque en el fondo si debiera de importar- si a Heras López se lo recomendó la Fiscalía a El Mayo para que fuera su escolta; o si fue El Mayo quien se lo recomendó a la Fiscalía para que lo contrataran como Policía de Investigación...
Pero de cualquier forma hace evidente que entre el Capo y la FGR hay acuerdos inconfesables e incompatibles. O cuando menos los había. Porque con todo esto ya no se sabe quiénes son los malos y quiénes son los buenos. Aunque lo mismo y todos son iguales.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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