Tratando de desviar la atención del rechazo a su reforma judicial, a tal grado, que por primera vez en la historia, un Embajador ha contradicho abiertamente al Presidente, como lo ha hecho Ken Salazar, quien se ha dado el lujo de no acudir a un llamado de López Obrador a Palacio...
Y abiertamente declaró, que “la Reforma Judicial propuesta por el Presidente pone en riesgo la democracia y la relación comercial”. Y si eso fuera todo; malo. Pero ante el mismo tema...
Margaret Satterthwaite, relatora especial de la ONU sobre la Independencia de los Magistrados y Abogados de la Organización, al advertir el riesgo de vulnerar la democracia con la Reforma Judicial, el Presidente López Obrador, preguntó, hay que decirlo, de manera poco diplomática: ¿por qué se meten? Aduciendo que lo que propone está en la Constitución...
Pero sus cada vez más violentos exabruptos, denotan el estado de estrés que le produce dejar el Poder. Dice que no se va a meter, pero lo hace para lavarse las manos del desastre político-financiero y social que bien sabe que nos espera...
Y que le estallará en las manos a la Presidente electa, quien, ya teniendo el nombramiento de Presidente; o no ha sabido desligarse de AMLO, o de plano es una mujer de pocas luces, pues no alcanzando a vislumbrar la gravedad del problema, defendió la mentada Reforma propuesta por el Presidente; y declaró...
Que la Reforma no representa ningún riesgo. A pesar de que las calificadoras recomendaron a los inversores no meter en México su dinero. Pero aprovechó para recalcar que con eso se combatiría la corrupción que hay dentro del Poder Judicial. Seguramente la de Segalmex no...
Pero tratando de desviar la atención del presente caos, el Gobierno de López Obrador, ya en el desquicie total, demandará y girará orden de aprehensión contra Joaquín Guzmán “El chapito”, acusándolo ¡de traición! -según un artículo que por ahí disque se encontraron- por haber secuestrado a “El Mayo” para entregarlo a la Justicia norteamericana...
Sin embargo, las cartas ya están repartidas y no parece que al todavía Presidente le tocaron nada buenas. No obstante, el juego todavía no termina. Y afortunadamente, para el cambio que se requiere, todavía faltan muchas cosas por “aparecer”. Posiblemente los amigos “guacamayos” empiecen a soltar lo que saben.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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