No es que me de gusto todo lo que está pasando -aunque en parte sí- y no solo en México, donde diariamente más gente es asesinada que en la guerra de Ucrania; lo que ya es gravísimo. Sino lo que sucede en el mundo entero...
No se puede seguir por el camino que vamos; esto ya es de locos. Decir que vamos bien, es estar fuera de la realidad. Aclarando, que una guerra nuclear, ciertamente acabaría con toda la humanidad y más allá. Pero eso solo adelantaría las cosas...
Pues ya hace ya rato que cruzamos la línea del no regreso. El daño que hemos hecho y que seguimos haciendo, aparentemente rompe todas las Leyes del Equilibrio. Solo que en el Universo no hay impunidad...
No se está anunciando el fin del mundo; eso ya ha sido divulgado desde hace mucho tiempo; finalmente no es nada nuevo. Se refiere al fin de la actual forma de vivir. En el entendido de que, en esta ocasión, nadie va a venir a salvar a nadie. Nadie se va a sacrificar por los demás...
Nos espera un sálvese el que pueda. Por lo que cada cual tendrá que hacer lo suyo, es decir, lo que sabe que debe de hacer. A menos que quiera hacerse como “El Tío Lolo”, creyendo que engaña a los demás...
El que se tenga la percepción de que ya es tarde para cambiar; por lo que, ahorcar los hábitos o no, para el caso, da lo mismo; es válida. “Lo bailado quién me lo quita” dicen por ahí con justificada razón...
Pero la satisfacción interna de saber que sí se puede vivir de otra manera, sin hacerle daño a La Tierra, podrá compararse con la satisfacción de un dependiente, de un adicto -de lo que sea, drogas, sexo, alcohol, comida, juego, mentir, etc.- cuando sabe que ya está del otro lado...
Y no es porque los recursos se vayan a agotar; es que se tendrá que aprender a vivir de otra manera. El mundo actual ya se está acabando. Como se acabó la Era Medieval y la Era analógica; y se acabará la Era cristiana. Ahora bien...
Desde principio de año, comenté con mis tres amables lectores, que este 2024 iba a ser trascendente en la Historia. Y no es que yo lo acierte y mucho menos adivine; es lo que dicen los Planetas en sus movimientos e interacciones...
Que con las características que cada uno de ellos tiene, de acuerdo a las mitologías de diferentes raíces -que más que mitologías deberían de llamarse información romántica- nos arroja conclusiones poco halagüeñas para el presente...
Ya que, la humanidad deformada mentalmente gracias a estúpidas creencias y una equivocada ingesta, vive de una manera equivocada y peligrosa; toda vez que el hombre no es un animal omnívoro, aunque la ciencia diga lo contrario...
Y mucho menos carnívoro. Toda vez, que el comer carne es lo que vuelve al hombre agresivo...
Y si a eso le agregamos, que, por su propia naturaleza, el hombre es peligrosamente destructivo; a tal grado, que lo mismo mata un pollo, una ballena, un chivo o un palestino, sin el menor remordimiento...
Y en no pocas ocasiones, infligiendo dolor -lo que equivale a la tortura- y con terrible agonía; como a las ballenas. Diríase, que hasta con sadismo, como incalificablemente perverso es ir a una pecera de algún lujoso restaurante, escoger una langosta, que acto seguido va a morir en agua hirviendo...
Mientras de buen grado no aceptemos que somos parásitos de La Tierra, no lo que nos han hecho creer, la vida, que también juega, se encargará de estárnoslo recordando...
Por lo pronto, si la toma de rehenes israelitas por parte de Hamás, ha merecido la respuesta vista. El secuestro por parte de un comando ucraniano de civiles rusos dentro de territorio de la Federación, a los que usa como escudos humanos, es agravar aún más la situación, pues sin duda habrá una respuesta y mucha más sangre ajena a la guerra, podrá ser derramada...
Primero les dinamitan el Nord Stream y ahora esto. Alguien quiere la guerra.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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