Desde que Andrés Manuel López Obrador salió con el “No me salgan conque la Ley es la Ley”. Infausta declaración que en cualquier República habría sido más que suficiente para destituir a quien fuese Presidente...
No obstante, aunque se comentó que el hecho lo pintaba de cuerpo entero como un déspota, las palabras de Joseph-Marie, conde de Maistre (1753 - 1821) “Los pueblos tienen los gobiernos que merecen”...
Desde ese entonces, sabiendo la clase de individuo que es, uno a quien no se le puede tomar en serio. No es alguien a quien se le puede confiar ni un saco de alacranes. Hasta que llegó el momento que su presencia y su tonito se volvieron desagradables. Puff; se pensaba. Ahora a ver con qué estupidez va a salir en su mañanera...
Pero antes, nada más lo teníamos que aguantar a él para tener de qué hablar. Hoy la política se ha vuelto como circo de tres pistas. Gracias a las redes, todos se volvieron voceros de sí mismos...
Si fuera obra de teatro o película en “cinemascope”, pasaría; hasta se podrían cruzar apuestas para ver en qué acabaría el drama, que comenzó siendo tragi-comedia; pero que es ya de la vida real. Hay que estar pendientes, no nada más en la Sheinbaum...
También en Monreal, quien anunció que van por los fideicomisos de Organismos autónomos; unos 20 mil millones, que se redistribuirán en el presupuesto de la federación. O sea, que se los van a robar...
No dijo que se utilizarían para seguir comprando votos; pero se sobreentiende; porque ya no tienen dinero. Y ya está la invitación de CSP a la nueva etapa de inscripciones para “Jóvenes construyendo el futuro”...
Por andar financiando sueños guajiros y solapando robos a lo grande; es poco, a comparación de lo que nos va a pasar; o, mejor dicho, a lo que ya nos está pasando...
Ebrard, declaró que ya tiene una propuesta para “la guerra arancelaria de Trump”. No dijo en qué consistía o de qué se trataba, porque se le puede cebar; pero ya tiene una propuesta...
La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, envió un bien fundamentado escrito, condenando las armas nucleares por ser contrarias al Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas. Pero eso y nada, son dos nadas...
En Alemania, ya están construyendo bunkers subterráneos, donde puede vivir la gente en caso de que los rusos malos los ataquen con armas nucleares. Cuando Putin ya les advirtió, que, si se meten a la guerra contra ellos, usaría toda su fuerza...
Pero no entienden. Todavía no hay vida en Chernóbil, al norte de Ucrania; y dicen que tendrán que pasar casi 200 años antes de que sus alrededores sean habitables...
Nadie quiere una guerra de exterminio que acabe con la humanidad; son solo unos cuantos los que la desean. Si todos los que en el mundo estamos a favor de la vida -aunque no ésta, también hay que decirlo, debemos cambiar la forma de vivir que hemos llevado, destruyendo y contaminando todo- nos pusiéramos de acuerdo, seguro que lo lograríamos...
Pero no tonterías como apagar la luz a tales horas; no comprar gasolina; y la peor, que dejen el vicio de los celulares. Tiene que ser algo que impacte en todo el mundo; cómo: no volver a tomar Coca-Cola, hasta que no termine la guerra...
Finalmente, en todos los países involucrados se toma “La chispa de la vida”, nada mejor que ese slogan si se lograra la paz.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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