En el entendido que los enfermos se autodestruyen; y por ende destruyen todo lo que está a su alcance. Los diabéticos son un ejemplo; pues sabiendo que les hace daño comer determinadas cosas, las comen casi compulsivamente...
Se les podría aplicar aquello que de “el que por su gusto es buey, hasta la coyunta lame”. Pero no. Hay que pagarles sus medicinas y sus incapacidades. El día que ellos tengan que pagarlas, seguro que van a haber menos diabéticos...
Y menos sidosos, y menos obesos, y menos fumadores. El Estado no puede consecuentar su indolencia. Tendrá que tener los medicamentos y prestar la atención médica necesaria; pero de eso a pagarles sus debilidades; pues no. El individuo debe de hacerse responsable de su propia salud. Esa sería una reforma sanitaria...
A la que seguramente se opondrían los fabricantes de medicinas, toda vez que para ellos, el negocio es la enfermedad, no la salud. Tal vez eso se tome en cuenta algún día. Pero por lo pronto, la pasan mal los enfermos y se pasan a traer a todos quienes los rodean...
Pelearse con EE.UU. y con Canadá, por la arrogante y estúpida necedad de querer ganarle el pleito a la Ministra Presidente, doña Norma Piña; parece que es algo que el Presidente López Obrador no ha tomado en cuenta; toda vez que seguirá al frente de la SCJN hasta el 31 de diciembre del 2026...
Y todo porque no se puso de pie, cuando su señoría imperial, el dueño de su rancho, llegó al recinto queretano aquel febrero de 2023. Antes de ese imperdonable, “desplante” todo marchaba más o menos con cordialidad...
Pero la mentada Reforma Judicial; o, mejor dicho, la mentada DE Reforma Judicial, con todo y sus paleros legisladores, parece ser que no la van a imponer. La oposición que está enfrentando por parte de quienes laboran dentro del aparato de Justicia, es tanto como pelearse con la cocinera...
Y si a eso le añadimos, que los socios comerciales no quieren la Reforma al Poder Judicial; difícilmente los vergonzantes diputados, lame-suelas del tabasqueño, podrán hacer que se salga con la suya. Pues aun aprobándola; el asunto tendrá que terminar en las manos de la SCJN...
La presidente Claudia, que ya en el baile no ha tenido otra más que secundar al enfermo convertido en tirano; como se define a quien viola las Leyes; el apoyar que los jueces sean electos por el pueblo “para que rindan cuentas”, la contrapone contra lo establecido en una República...
Me permito aclarar, que nunca le diré presidenta porque la palabra nunca se usó; nunca me la enseñaron y nunca la he leído en los libros. Y no deja de ser extraño, que a partir de que la Señora fue electa, sacaron a relucir la palabrita de “presidenta”...
Y a como van las cosas, lo mismo y también querrán que se diga comandantas, hipopótamas, hienos y girafos, y diputades. Pero no cuenten conmigo...
Y lo de que fue electa, según corren noticias; que dicen y aseguran con documentos, que la elección fue un fraude. Y se habla de que llegará a instancias internacionales. Donde, con toda seguridad, no va a pasar nada...
Y también se habla, de que finalmente es un distractor, por lo que no van a acabar aprobando la Reforma Judicial, porque lo hicieron para desviar la atención al verdadero fin de la Reforma, que es poder echarle el guante a las reservas del Banco de México, que suman un cerro de miles de millones de dólares...
Lo que no sería nada extraño que fuera cierto, sobre todo viniendo de estos individuos que con la mano en la cintura pregonan honestidad. Cuando en su sexenio, el honrado mayor no ha robado ni mentido en todo lo que va de su mandato. ¡Ya! Voy a creer. ¡Mira, mira, mira! ¿Y Geraldine Ponce?...
Sin soslayar, que a la luz de todos se cometió en SEGALMEX el mayor fraude de que se tenga conocimiento. Pero, como decía Yogi Berra (1925 - 2015) el famoso cátcher de los Yankees de Nueva York: “Esto no se acaba, hasta que se acaba”...
Ya de salida...
Todo lo que se puede decir sobre la pretensión de desaparecer el INAI; toda vez que privar al Pueblo para informarse de lo que hacen con su dinero, va más allá de una felonía ¡Siquiera disimulen!
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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