A querer o no, el caso de Ismael Zambada, conocido como el “El Mayo”, continúa siendo tema de primera plana; y de café. Nada concuerda. Que el Presidente no sabía nada y que sigue sin saber bien a bien, cómo fue que le cayó del cielo -llegó en avión- semejante problemón...
Desde hace rato comenté que Washington ya lo tenía en la mira; pero nadie lo creyó. Desde que fue a saludar a doña Consuelo, la mamá de El Chapo, aquí se comentó que el error le costaría muy caro...
Y antes, mucho antes; cuando ganó las elecciones en el 2018, escribí, que no sería el primero que llegara aclamado por las multitudes y tuviera que salir huyendo por la puerta de atrás. En el mejor de los casos. Sinceramente, nunca pensé, que terminado con la división de mexicanos, se iría mucho a “La Chingada”...
Nunca llegue a tanto. Y la Historia no relata ningún caso así. Hablan del Averno y cosas por el estilo; pero nadie habló de una hacienda...
Lo que sí es Historia, es que hace siglos los mayas, excelentes conocedores del movimiento del Sistema Solar, sus Planetas y su poderosa influencia sobre todo cuanto existe, plasmaron en su Calendario, que en el 21 de diciembre del 2012 habría un cambio de Era...
Y conforme a lo que estamos viviendo, no es que se hayan equivocado de fecha; sino que la vida tiene un ritmo, que evidentemente no es el nuestro. Pues la vida, la forma de vida de los mexicanos, ya no es la misma de hace unos cuantos años...
Pero lo mejor de todo, es lo que falta. Y, o nos ponemos abusados; o nos vamos a ir todos al rancho del Presidente. Porque antes de fin de año, Los Planetas, regidos por el Padre Eterno dador de vida, se manejarán de tal forma, que el asunto se va a poner peor...
¿Peor? Pues sí. Como todo en la vida. Lo que para unos es el final, para otros apenas es el principio. ¿También para “El Mayo”? Pues claro, después de andar escondiéndose, bueno, medio escondiéndose, pasar sus últimos días felices, es el final de una vida y el principio de otra...
Siendo radicalmente feminista, diríase mandilón, me preguntaron sobre la “discreta” presentación del libro de “La Betty” como se refieren a Beatriz Gutiérrez Müller, a partir del episodio de la hermosa Geraldine Ponce y el hijo que tiene de López Obrador...
Razón por la cual, dicen los enterados, ha declarado que no se irá a “La Chingada” con el Presidente. Aunque no se sabe en qué sentido lo declararía. Pero dicen que ya no lo soporta. Y una buena parte de los mexicanos estamos con ella. ¡Sí señor!...
Pero como me volvieron a insistir en que opinaba del libro titulado “Feminismo Silencioso”, pues finalmente era el tema, y su posición como esposa del Presidente. Iba a decir que eran tal para cual. Pero me abstuve y preferí responder que “Dios los hace y ellos se juntan”...
No obstante, en todo esto, hay que entender que el señor Presidente López Obrador no las trae todas consigo; cuando menos por el momento, pues las circunstancias lo traen como perico a toallazos. Y literalmente espera “el canto”; pero no de las sirenas, sino de El Mayo, que hará encallar la nao de la 4T...
Ya no se da cuenta de lo que declara y se contradice constantemente. Lo mismo opina que él no se mete en asuntos de otras Naciones; cuando es lo que ha hecho desde un principio. Pero está tan ciego por la enfermedad -y el poder que los vuelve locos-...
Se ha vuelto tan pedante -bueno, eso de que se ha vuelto, es en sentido figurado- que dijo, que si no hubiera llegado él en el 2018, en México habría inestabilidad política...
Sin omitir, que si no hubiera nacido -aunque el hubiera no existe- muchos niños no hubieran muerto por el cáncer. Sin dejar de reconocer, que no a todos les ha ido mal en este sexenio. Las funerarias, las farmacias y las casas de empeño, han florecido de una manera impresionante.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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