Hundido en el baúl de los recuerdos, el Partido Revolucionario Institucional en la entidad veracruzana busca con lupa entre una minúscula variedad de prospectos a quien lo dirija para enfrentar los avatares del proceso electoral de 2027 por el cual se elegirán legisladores federales y locales. Indudablemente será un relevo necesario y quien lo personifique deberá contar con los atributos suficientes para devolverle al PRI, sino las glorias pasadas porque ya carece del vigor de los mejores días, por lo menos capacidad competitiva y la convocatoria para atraer nueva militancia. La actual directiva ya solo dormita en el cargo, por las razones que se quieran entrega números rojos, si se tratara de una empresa su signo sería la quiebra; en su descargo tiene el hecho de haber recibido un partido casi en ruinas, así lo entregará en una entrega recepción que solo encierra penurias y tinieblas, lejos de la gran institución que históricamente registra al PRI como el eje político de nuestra evolución política en el siglo XX mexicano.
Dos mujeres y dos hombres se mencionan para esta sucesión partidista: Lorena Piñón y Carolina Gudiño, con todo respeto no parecen ser las adecuadas para el momento priista estatal, la sola pertenencia a un género no habilita capacidades de salvavidas. Dos varones, Ponciano Vázquez Lendechi y Silvio Lagos Lagunes, ambos con experiencia política suficiente para enfrentar el reto, sin embargo, puestos en la balanza de los méritos y los sacrificios, independientemente del aval que a cada uno respalde, debe recordarse que Silvio Lagos aceptó la candidatura a la alcaldía xalapeña en juego en el proceso electoral de 2024, esa participación equivalía en los hechos y circunstancias a una inmolación política, se la deben. Se entiende, es ingenuo suponer que por ese solo hecho Silvio Lagos será el nuevo presidente del PRI estatal, porque tiene trayectoria y buen desempeño en el ejercicio público y, además, el pago de facturas es un método político de recompensa, en el PRI, en el PAN, en MC, en MORENA y asociados. |
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