TAL VEZ las nuevas generaciones no recuerden que hace 26 años, Dante Alfonso Delgado Rannauro cumplió un periodo de 4 años al frente del Gobierno de Veracruz, espacio ocupado gracias a la solicitud de licencia de don Fernando Gutiérrez Barrios que fue invitado a desempeñarse como Secretario de Gobernación por el recién ungido Presidente Carlos Salinas de Gortari. Después de aquel “chiripazo” –que no “chirinatazo” porque éste vino después-, el oriundo de Alvarado, pero avecindado en Córdoba –al igual que Javier Duarte de Ochoa que se hacía pasar por cordobés pero en realidad nació en el puerto de Veracruz-, intentó ser Gobernador en dos ocasiones: en 2004 y 2010 por la coalición de los partidos PRD, PT y Convergencia (este último fundado tras su renuncia al PRI), comicios que perdió y en los cuales denunció irregularidades e ilícitos por parte del gobierno del Estado de extracción priista –que era la misma que lo formó y deformó-. Ya sin posibilidades de fungir como aspirante a titular del Ejecutivo del Estado que el pueblo le negó dos veces tras un infausto cuatrienio, Dante Alfonso se unió en 2012 y fungió como coordinador de la campaña del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por la tercera circunscripción electoral federal, pero de igual manera terminó traicionando los ideales del tabasqueño, a tal grado que en la campaña de 2018 ya no lo aceptó, por lo que decidió sumarse a la coalición de los odiados enemigos del “PeJe” encarnados en los Partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional, en el denominado “Frente Ciudadano por México”, y aunque quiso rectificar una vez que López Obrador ganó las elecciones, éste le patentizó su menosprecio. Y es que, quien traiciona una vez traiciona siempre, y Dante lo ha hecho en reiteradas ocasiones, y ahora, azuzado tal vez por la ambición desmedida, el Senador por Lista Nacional regresa a Veracruz a prometer el cielo, el mar y las estrellas en un afán de construir una candidatura a la gubernatura, a sabiendas de que el PRI, partido del que emergió se encuentra debilitado, y que el PAN, por luchas internas fratricidas podría no repuntar, mientras que en el Movimiento de Reconstrucción Nacional se están dando todos contra todos.
DELGADO RANNAURO cumplirá 70 años el 23 de Diciembre, y si bien ha ocupado cargos como el haber sido delegado general de la Secretaría de Educación Pública en los estados de Yucatán, Oaxaca y Veracruz de 1979 a 1983, Subsecretario de Gobierno del Estado de 1983 a 1985, Diputado Federal en la LIII Legislatura, Secretario de Gobierno de 1986 a 1988, y de Diciembre de 1988 a 1992 gobernador cuatrienal, además de haber fungido posteriormente como Coordinador de la Comisión para el Bienestar Social y Desarrollo Económico Sustentable para el Estado de Chiapas en 1995, en el periodo del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, Procurador Agrario de 1994 a 1995, embajador de México en Italia y Representante Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de 1993 a 1994, además de haber fundado el Partido Convergencia por la Democracia de 1999 hasta febrero de 2006, cuando fue elegido como Presidente del Consejo Nacional de Convergencia y, actualmente, Movimiento Ciudadano, el legislador a quien apodan sus cercanos “Caballo loco”, también tiene un pasado que lo ha atormentado, y que acaso es lo que le induce a querer ser Gobernador de nuevo para hacer lo que en su momento no hizo.
ANALISTAS DE la época relatan que Delgado Rannauro cayó en desgracia a partir del 17 de Noviembre de 1995, un año antes de ser detenido y confinado a prisión en el reclusorio de Pacho Viejo junto con Gerardo Poo Ulibarri y Porfirio Serrano, quienes fungieron como secretarios de Finanzas y Planeación y de Desarrollo Urbano, respectivamente, todos acusados de peculado, abuso de autoridad e incumplimiento del deber legal, y aunque pocos dudaron de la culpabilidad de los procesados, no descartaron, paralelamente, una maniobra política de represalia contra el expriista que abandonó la cárcel no por falta de pruebas sino porque el periodo constitucional para juzgarlo ya había fenecido. Y es que el 17 de Noviembre de 1995 renunció al cargo de Procurador Agrario tras chocar con las políticas del presidente Ernesto Zedillo para el estado de Chiapas que enfrentaba la guerra zapatista. En su renuncia, Delgado propuso de plano que renunciaran todos los miembros de los gabinetes legal y ampliado del presidente Zedillo, lo que le permitiría “la movilidad necesaria para llevar adelante los cambios requeridos” para enfrentar los “niveles inéditos de complejidad” de una crisis que había evolucionado negativamente, y ofreció la suya por delante –según narran las crónicas-, “si ello lo considera útil para la operación de las estrategias de desarrollo político”. Zedillo le aceptó la renuncia y un año después anunció su salida del PRI y la formación de una nueva opción política para las elecciones federales de 1997, y al día siguiente obtuvo la respuesta oficial: La Secretaría de la Controlaría y Desarrollo Administrativo (Secodam) informó que se encontraba abierta una investigación por irregularidades en la presentación de su declaración patrimonial, y aunque Dante alegó que se trataba de “una campaña de difamación y desprestigio”, a la que calificó de intimidación, y hasta advirtió que si pretendían aplicarle “las viejas prácticas de un sistema autoritario”, lo encontrarían “dispuesto a todo y a enfrentar a todos”, el martes 17 de Diciembre de 1996, la Secodam lo inhabilitó por 10 años para desempeñar empleo, cargo o comisión en el servicio público, por omitir en sus declaraciones su participación accionaria en varias empresas, y tres horas después, el entonces director de la Policía Judicial del Estado de Veracruz, Jorge Obrador Capellini, lo detuvo en la Ciudad de México cuando se dirigía a visitar a su padre al hospital, donde agonizaba, siendo trasladado por carretera a Xalapa e ingresado al penal de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec, a las 0:45 horas del miércoles 18, y puesto a disposición del juez primero de Primera Instancia del Distrito Judicial de Xalapa, Florentino Sosa Capistrán, ante quien rindió su declaración preparatoria a las ocho de la noche. Su padre, Pedro José Delgado Figueroa, murió en los primeros minutos del jueves 19, y Dante rechazó el derecho de asistir al funeral.
A DANTE se le acusó de un desvío de fondos por 450 millones de pesos, y tras pasar en prisión 1 año y tres meses fue absuelto porque se violentó el término constitucional para juzgarlo, ganando una demanda por daño moral al Estado mexicano, y hoy, afectado de las cuerdas bucales, rapado porque así lo decidió desde el martes 13 de Julio de 2010 en el Consejo Distrital número 11, al presentar un recurso de impugnación de los comicios de ese año, quiere regresar por sus fueros, cuando son otros los actores –quizá más jóvenes o con más reconocimientos- quienes desearían ser Gobernador. ¿Usted se acuerda de Dante? Aunque la pregunta debería ser: ¿Para bien o para mal?. En fin, Dante o “Caballo loco” cabalgan de nuevo. OPINA carjesus30@hotmail.com
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