AUNQUE SARA Deifilia Ladrón de Guevara González intentó acercarse –demasiado tarde- al exalumno de la Universidad Veracruzana convertido ahora, por obra y gracia de Andrés Manuel López Obrador en gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez, rencoroso como suele ser –un carácter que quienes le conocen lo comparan con el de Javier Duarte de Ochoa-, no se tragó el anzuelo, pues aún estaba fresco cuando la rectora de la Universidad Veracruzana se la jugó, abiertamente, en 2016 con Miguel Ángel Yunes Linares a quien ayudó, incluso, a redactar su Plan de Desarrollo Estatal convocando para ello a académicos e investigadores, lo que le valió que en la reforma constitucional impulsada por MiYuLi se estableciera el presupuesto de la máxima casa de estudios superiores del Estado en 4 por ciento de los recursos que maneja el Estado, un triunfo inobjetable que le celebraron catedráticos y alumnos. Y aunque García Jiménez, excatedrático de la UV asistía a los eventos a los que le invitaba Ladrón de Guevara, fue hasta el 11 de Septiembre del año pasado, ya como Gobernador electo cuando mostró sus cartas durante la celebración del Foro de Consulta Estatal Participativa para la Transformación de la Educación, donde sin tapujos le dijo a Esteban (Moctezuma Barragán) para que lo escuchara Sara (Ladrón de Guevara): “hace más de una década que se alentó desde las esferas gubernamentales el abandono de la educación. Muchos maestros y profesoras no nos percatamos del embate contra nuestro pueblo a través de las políticas educativas. Incluso, en las instituciones de educación superior se hablaba de competencias, de individualismo, de salir adelante siendo los únicos, los que van a allegarse de más recursos para satisfacción personal”, mensaje o galimatías que, sin embargo hizo pestañear en más de una ocasión a la ahora propietaria de una residencia valuada en 12 millones de pesos en la zona centro de Xalapa, aunque vecinos comentan que esa mansión que fue de un exgobernador está valuada en unos 28 millones de pesos, por lo que, para pagar esa suma la funcionaria universitaria debió aportar el equivalente a 62 meses de su sueldo como rectora de 195 mil pesos mensuales y no haber gastado nada.
POR ELLO quizá no es fortuito que el gobernador García Jiménez le haya dado “palo” a su alma mater, la llamada Universidad Veracruzana que, a decir verdad, ha venido de más a menos con la rectoría de la antropóloga Ladrón de Guevara, y en ese tenor –como en el cuento de los negritos que pidieron a un genio ser blancos y al final, cuando el duende pregunta al tercero que reía a carcajadas cuál era su deseo, y este respondió, que volviera negros de nuevo a sus hermanos-, a la rectora le salió el tiro por la culata, pues si bien no esperaba un incremento al presupuesto de la UV por la llamada “austeridad republicana”, si deseaba, al menos seguir como hasta el momento, pero cuál fue su sorpresa cuando el mandatario ordenó recortes por más de 1 mil millones de pesos. De esa manera, el ingeniero electricista echa abajo la reforma constitucional que fijó el presupuesto de esa casa de estudios superiores en 4 por ciento respecto al recurso general que ejerce el Estado y lo dejó, nuevamente en 3 por ciento.
TOMADA LA decisión, la rectora masculla qué hacer, y aunque se le han venido a la mente acciones como convocar a marcha de catedráticos y universitarios en todo el estado tomando en cuenta que el presupuesto para la institución será este año de 3 mil 062 millones de pesos, nada que ver con los 4 mil 108 millones que manejó en 2018, lo que, incluso la indujo a estrenar residencia más acorde a su prestigio, lo sigue pensando. La reducción, por lo tanto, alcanza un 25.5 por ciento como consecuencia de las reformas a los recursos del gobierno estatal que hizo el Congreso local el mes pasado, aun cuando en el artículo 10 de la Constitución se establece que: “el presupuesto asignado a la Universidad Veracruzana no podrá ser menor al cuatro por ciento del total del presupuesto general del Estado, previsto para el ejercicio anual respectivo”. Nadie sabe en qué va a parar este sainete, y si doña Sara estaría dispuesta a darse un entre con don Cuitláhuac, basada en la versión del reconocido economista Hilario Barcelata que aduce que la reforma constitucional que fijó el presupuesto de la UV en 4 por ciento realizada en 2017, “fue resultado de las grandes movilizaciones de estudiantes, maestros y trabajadores de la universidad encabezadas por el Colectivo en Defensa de la UV, como respuesta a la profunda precariedad financiera que vive esta institución”, aunque la realidad es otra, y mucho tiene que ver con el cariño que se cogieron Yunes Linares y Ladrón de Guevara desde la campaña del primero a la gubernatura que, para variar, también, disputó García Jiménez.
AHORA QUE, para cubrirse el dedo flamígero, Cuitláhuac determinó recortes a todas las instituciones de educación superior que dependen de una u otra forma del Estado, y de esa manera la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) –que ha sido y sigue siendo saqueada por todas partes-, registra una disminución de 13.3 millones; en el Instituto de Capacitación para el Trabajo la guadaña será de 32.1 millones, mientras que Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos tendrá que apretarse el cinturón ya que no contará con 5 millones. Las reducciones presupuestales, sumadas la correspondiente a la Universidad Veracruzana, importan un monto de 1 mil 146 millones, lo que determina menos recursos para la educación superior, aunque la UV –por su tamaño, por supuesto, pero un poquito por el rencor a doña Sara- registra la peor parte.
SON TIEMPOS de austeridad republicana, y por eso instancias como el Poder Judicial –que acaso en las próximas horas esté recibiendo propuestas para nuevos magistrados- registra una disminución de 654 millones, mientras la Fiscalía General del Estado, del acérrimo enemigo de Cuitláhuac García Jiménez y del Secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, ya no contará con 491 millones, lo que ni así hará que renuncie Jorge Winckler Ortiz por si ese era objetivo, y menos cuando está a un paso de llevar a prisión a más duartistas, entre otros, a Karime Macías, la esposa del exgobernante preso en el Reclusorio Norte de la ciudad de México si surte efecto la extradición solicitada. Lo que llama la atención es que las reducciones presupuestales contrastan con el incremento que registró una sola dependencia del gobierno Estatal, en este caso la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) cuyo presupuesto fue incrementado en 1 mil 321 millones al pasar de 7 mil 934 a 9 mil 255 millones. Así las cosas. OPINA carjesus30@hotmail.com |
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