HAY DENGUE en casi todo Veracruz, y al Gobierno del Estado –que retrasó la fumigación en zonas de alto riesgo por despido de vectores e insecticidas no adquiridos en tiempo y forma-, pareciera no importarle inmerso en una guerra campal contra el ex Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el ex Fiscal del Estado Jorge Winckler Ortiz y al menos cinco o seis coacusados, y en imponer a una titular del Órgano de Fiscalización Superior a modo, que les consienta todas sus trapacerías, como ahora lo hace la flamante Contralora General del Estado que no obstante haber laborado en la misma dependencia que su antecesora, Leslie Mónica Garibo Puga, ahora dice no tener información en torno a indagaciones pendientes como la compra de patrullas a precios extraordinarios; la adquisición de medicamentos al ex superdelegado de Jalisco, Carlos Lomelí, actualmente inhabilitado e investigado al descubrirse la ilícita forma de operar, y qué decir del parentesco del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez con su primo hermano, negado pero beneficiado con un cargo superior, Eleazar Guerrero Pérez, actual subsecretario de administración y finanzas de Sefiplan. Y es en ese escenario donde miles de veracruzanos enfrentan los efectos de la indolencia oficial, ya que al menos 4 mil 845 han sido afectados por dengue comprobado (mientras una suma superior espera ser diagnosticado), con una tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes de 58.55 por ciento. En pocas palabras, Veracruz cuenta con cuatro serotipos circulantes de dengue, y la Entidad presenta la incidencia más alta del País con varios fallecidos a causa del mal hemorrágico.
EL ASUNTO es severamente grave, y aunque el Gobierno del Estado no le ha dado la importancia que merece, en la Cámara Federal de Diputados se han levantado voces para exigir al titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer, que en el ámbito de sus atribuciones legales amplíe y profundice las acciones de coordinación para atender y contener el virus, sobre todo en Estados como Veracruz (primer lugar en afectados), Jalisco, Chiapas, Oaxaca y Puebla, que juntos acumulan el 72 por ciento de casos confirmados en lo que va del año. Y es que en la más reciente actualización hasta la semana epidemiológica 37 con fecha de corte 19 de Septiembre, los casos probables acumulados en 2018 fueron de 32 mil 744, mientras que hasta este último periodo la incidencia era 100 mil 510, lo que representa un incremento del 306 por ciento, por lo que demandan al funcionario Federal y a los correspondientes en los Estados a ocuparse de manera urgente y oportuna de los casos que se han detectado como probables y confirmados portadores del virus. De paso, la cámara baja del Congreso exige a los gobernadores de Chiapas, Jalisco, Morelos, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz que en el ámbito de sus competencias y atribuciones, amplíen y profundicen las acciones de coordinación para contener la expansión del mosco portador de ese virus, algo que no hicieron a tiempo, o séase, previo a la temporada de lluvias que engendra encharcamientos propicios para el surgimiento del mosco Aedes aegypti.
TAL VEZ sería prudente que el ordinario Secretario de Salud Estatal, Roberto Ramos Alor, se diera una vuelta por la zona centro del Estado, en donde los hospitales están atiborrados de pacientes con dengue, aunque hay la versión no confirmada de que algunos enfrentan Zika y hasta Chikungunya, y en muchos casos la enfermedad se ha tornado grave. Los nosocomios de Córdoba y la región no se dan abasto para atender la emergencia, aunque existen otros municipios con elevado grado de afectación como Rafael Delgado y Jilotepec, muy cerca de Xalapa, e incluso la Capital del Estado y Coatepec. También se reportan altos grados de pacientes en Benito Juárez, Nautla y Tierra Blanca, así como en varios municipios de la cuenca del Papaloapan. Pero insistimos: para el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez existen otras prioridades, como estar atento a la entrevista que esta mañana transmitió el canal de las estrellas del nefasto ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, lo que le permitió declarar horas después que: “- Lo advertimos, fue un fiasco y show mediático la ''recuperación de bienes'', ''denuncias'' e ''investigaciones'' contra Duarte y sus ex funcionarios, el gobierno anterior pactó con ellos la negociación de propiedades a cambio de su libertad y bajar las penas. Empieza a salir la verdad”, cuando apenas 24 horas antes, cuando se le pidió su opinión en torno a las recomendaciones que le hacía el reo del Reclusorio Norte en torno a cómo debía gobernar el Estado, dijo que no tenía opinión ya que el adoptado cordobés era un recluso sin derechos políticos. Y en eso se le ha ido el tiempo al gobernante (enredándose con su propio discurso), haciendo a un lado su verdadera responsabilidad, mientras el dengue causa estragos en el Estado sin respetar edad, sexo o religión.
POR SI fuera poco, ahora el PAN exige la destitución de Cuitláhuac García de la gubernatura, y Morena –en reciprocidad- hace lo propio con Tamaulipas y Guanajuato en un pleito de nunca acabar que desdeña las necesidades más sentidas de la población. Por ello la Cámara Baja ha hecho un exhorto a que con la dependencia Federal, los gobernadores de los Estados donde se encuentra más arraigado el dengue, valoren “en forma urgente” la pertinencia de declarar alertas epidemiológicas para fortalecer las acciones de atención y manejo clínico de prevención, promoción y control. El acuerdo de la Junta de Coordinación Política precisa que, conforme al Instituto Mexicano del Seguro Social, el dengue es una enfermedad causada por la picadura del mosco portador “Aedes aegypti” y los síntomas aparecen de tres a 14 días después de la picadura, y si bien no se transmite de una persona a otra y actualmente no hay vacuna para combatirla, si se puede prevenir en regiones tropicales y subtropicales, pues no se trata de una enfermedad común ya que existen tres manifestaciones diferentes: dengue, fiebre hemorrágica y shock hemorrágico, estas dos últimas de carácter mortal.
POR ELLO, el Gobernador de Veracruz debe hacer a un lado el protagonismo y avocarse a lo prioritario, ya que las lluvias finalizan hasta Noviembre y el periodo escolar 2019-2020 ya inició, y son miles de niños de educación básica los que acuden a escuelas ubicadas en zonas propicias para el surgimiento del mosco transmisor de la enfermedad, sin que a la fecha se observe una convocatoria de la SEV o de la Secretaría de Salud a padres de familia y maestros a fumigar, desmontar y descacharrizar las zonas donde se incuba el insecto. Ya basta de cortinas de humo; hay presupuesto y debe aplicarse en algo, y no solo en devolverlo al Presidente para que lo siga regalando mediante programas clientelares-electorales- OPINA carjesus30@hotmail.com
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