NO ES por ser alarmistas, pero así como el dengue avasalla a la población, en gran medida por indolencia oficial -al no comprar a tiempo insecticidas para fumigar oportunamente las zonas del alto riesgo- pero, también, por la desidia de la sociedad -que no realiza limpieza en sus patios, sobre todo en colonias populares y zonas suburbanas donde predomina el acumulamiento de chatarra o encharcamientos por la ausencia de pavimentación y drenaje-, la influenza interestacional es otro mal que está atacando severamente a la población veracruzana, a tal grado que, incluso, hasta el mes pasado había provocado la muerte de 5 personas –y otras tantas cuyos fallecimientos se encuentran en estudio para determinar si la causa fue ese mal-, colocando al Estado a la cabeza en defunciones por el contagio a nivel nacional. De hecho, según expertos en la materia, se relajaron las prevenciones desde que en 2009 la epidemia A (H1N1) provocó severos daños a la población e, incluso, fue necesario recurrir al cierre de escuelas y lugares de alta concurrencia debido a la pandemia. Fueron muchas muertes en aquel entonces, y acaso se justificaba –sin que ningún deceso se justifique- en el hecho de que México no estaba preparado para enfrentar la contingencia, pero ahora es diferente. Hay vacunas, recursos y profesionistas que podrían orientar a la población, pero no se hace inmerso como está el Gobierno del Estado en asuntos de politiquería, persecuciones, cateos, imposición de fiscalizadores a modo e, incluso, de futuros magistrados que como los primeros que fueron rechazados, no llenan las expectativas de juristas, pero sí de los interesados en mantener el poder y los beneficios que ello implica.
PERO SIN culpar a nadie de este mal que está causando estragos en la población, y que acaso no es advertido ya que la atención se centra en el dengue, el informe semanal de la temporada interestacional 2019 (que comprende la semana 21 a la 39), revela que ésta presentó un comportamiento por arriba de todas las temporadas anteriores (2012-2018) con posterior descenso hasta la semana actual. Durante la presente temporada se han acumulado 10 mil 156 casos de influenza a nivel nacional con 15 muertes al corte de la semana 36, acorde al Sistema Único de Información para la Vigilancia Epidemiológica (SUIVE), y miles de casos en estudio. Y es que la letalidad acumulada con casos estimados continua siendo de 0.15, al corte de la semana 36, según los informes del SUIVE. Lo curioso, insistimos al igual que en la entrega anterior, es que las autoridades de salud, al menos las del Estado no han desplegado ninguna campaña en escuelas de educación básica para evitar que los menores pudieran ser contagiados, e incluso aquel método de colocar antibacteriales en los accesos a los colegios, sanitarios, en plazas públicas y negocios quedó casi en el olvido, lo que ha permitido que el mal prolifere con los daños consecuentes.
Y ES que lea usted: en el corte de la semana 38 se han registrado 15 defunciones acumuladas por influenza con predominio del subtipo viral A(H1N1)pdm09 en el 40 por ciento, las cuales se asociaron a una ausencia de vacunación
(93.3 por ciento –que nos da la razón en cuanto a la indolencia oficial que pareciera no importarle la salud de los gobernados-); a un retraso en la demanda de atención médica (20 por ciento); retraso en el inicio de oseltamivir -medicamento para contrarrestar el mal- (13.3 por ciento) y a la presencia de comorbilidades (33.3 por ciento por diabetes mellitus; Obesidad, 26.7 por ciento; enfermedad cardiaca, 20 por ciento; hipertensión arterial, 13.3 por ciento y 6.7 por ciento por Insuficiencia Renal Crónica), y los Estados con la mayor tasa de incidencia acumulada (TIA) en casos confirmados fueron: Quintana Roo (1.84), Colima (1.29), Nayarit (1.02), Campeche (1.01) y Sonora (0.85). Así como los que presentan las mayores tasas de mortalidad en defunciones confirmadas: Baja California Sur (0.12), Aguascalientes (0.07), Veracruz (0.05) con 586 casos de enfermedad tipo influenza (ETI) e Infección respiratoria aguda grave (IRAG), de los cuales la mayoría han sido casos positivos; Tabasco (0.03) e Hidalgo (0.03). Lo grave es que los virus estudiados no han presentado cambios antigénicos que alteren su virulencia o patogenicidad conocida, y tampoco se ha identificado resistencia a oseltamivir, lo que demuestra que la incidencia tiene su origen en la indolencia. Cuba no es el País más sano porque tenga excelentes médicos y medicinas sino por los programas preventivos que ejerce, lo que evita que un gran número de población se enferme de males que pueden ser evitables, pero en México las enfermedades crónico-degenerativas van al alza, mientras los empresarios mantienen una lucha constante para seguir vendiendo comida chatarra en las escuelas donde prevalecen menores con sobrepeso u obesos que son candidatos a males cardiacos, diabetes o insuficiencia renal a mediana edad. El asunto es que ni el Secretario de Educación, Zenyazen Escobar García –que no ha podido resolver la escasez de profesores motivo por el que a diario los padres toman escuelas, carreteras e, incluso las oficinas de la SEV-, y mucho menos el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez -distraído en la persecución de sus antecesores-, se han dado cuenta de ese mal, donde las cooperativas hacen su agosto con la venta de golosinas, refrescos y comida no apta para los menores.
COMO FUERA, hasta el corte de información al día de hoy, el subtipo viral de influenza predominante en el 58 por ciento de los casos es por A(H3N2) (n=234), seguido de influenza B con un 21 por ciento (n=86). La distribución por sexo muestra un predominio del 56 por ciento en las mujeres, y el índice de positividad acumulado permaneció estable (10.4 por ciento), respecto a la semana anterior. Pero además de los 10 mil 156 casos de influenza a nivel nacional confirmados al corte de la semana 36, acorde al Sistema Único de Información para la Vigilancia Epidemiológica (SUIVE) se han identificado 7 mil 644 casos probables (ETI/IRAG) en las USMI, confirmándose por laboratorio 404 (5.3 por ciento), y los grupos de edad más afectados son los de 1 a 14 años (TIA*0.28-0.46), de 45 a 49 (TIA 0.39) y mayores de 60 años (TIA* 0.44-0.54).
EN FIN, ya es tiempo de que el Secretario de Salud, el majadero Roberto Ramos Alor se ponga las pilas, y de una vez por todas haga a un lado distracciones superficiales para abocarse en lo sustantivo que es la salud de los veracruzanos, sobre todo de los niños y de personas afectadas por males como diabetes, cáncer, problemas cardiovasculares, enfermedades renales, e inicie una campaña profunda dirigida a las escuelas de educación básica, para que se adopten acciones preventivas que liberen en la adultez a los niños que ahora acuden a las aulas. Tal vez no haya dinero porque el presupuesto podría ser devuelto en gran medida a la Federación para que AMLO siga fortaleciendo sus programas clientelares electorales, pero no se requiere mucho para fomentar la prevención de la salud de los chiquitines. Solo hace falta voluntad. Ojalá lo hiciera. OPINA carjesus30@hotmail.com
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