Francisco Cabral Bravo
Con solidaridad y respeto a Rocío Nahle García y Ricardo Ahued Bardahuil
En dos libros sobre teoría del poder, publicados en 2006 y 2007 por José Elías Romero Apis, denominado "cratoma a un cáncer en los sistemas de poder, que proviene de muchas causas desconocidas, pero que concluye en ingobernabilidad incurable, progresiva y terminal".
Con los ojos de la democracia vemos que hay revoluciones originadas porque no hay elecciones, pero hubo otras originadas porque sí hubo elecciones, como México 1910 y E.U. 1861. Con los ojos del constitucionalismo vemos que hay guerras porque se derivó una constitución, como México en 1913 y otras porque se expidió una constitución, como México en 1858.
Incluso, si lo vemos como poder político algunas sociedades estallaron para derribar la monarquía y fundar la república y otras por derrumbar a la república y entronizar a la monarquía. Hubo muchas por absolutismo de poder y otras tantas por poderes separados.
La ambivalencia está presente en todo. La velocidad salva en las ambulancias y mata en los borrachos. Las armas salvan a los guardias y matan en los criminales. La abogacía, la medicina y la política pueden salvar en las manos de los elegidos o pueden hundir en las manos de los perdidos.
Algo similar sucede con la ingobernabilidad, la cual es un síntoma, pero no es la verdadera enfermedad ni la causa patógena.
No se puede practicar la política si no se conoce la anatomía, la fisiología, y la terapéutica del poder. Del poder como ciencia exacta y no como chacota de cantina.
Sin ánimo de asustar a mis lectores, les diré que los humanos aún no sabemos ni siquiera cómo medir el poder política. En conocimiento del poder estamos retrasados como 400 años. Por favor no se asusten.
En otro contexto en ciertas ocasiones pensamos si, ante nuestros problemas colectivos, requerimos tan de buena suerte o además de algunos milagros. En la política, como en todo espacio del acontecer humano, existe la buena suerte y, también, ¿Por qué no? Existen los milagros. La distinción entre una y otros es de naturaleza causal y no resultante. Controlar el poder es un paso indispensable para que las leyes funcionen. en Veracruz con la nueva administración que encabeza la gobernadora Rocío Nahle García la que ha mantenido un diálogo constante con la presidencia Claudia Sheinbaum Pardo sobre la coordinación que habrá entre su administración y la Federación se va a priorizar el trabajo conjunto para establecer acciones de mejora en la entidad durante el próximo sexenio. Las crisis tienen solución cuando se aceptan, se conoce la justa dimensión que tienen y se encaran. No será fácil tranquilizar las aguas. El arranque me gusta. Pero me encuentro justo ahora en el laberinto típico del hacedor de historias de no saber qué pasa después, qué sigue, cómo acaba. Se han trazado algunos escenarios. no es común que un columnista ventile sus angustias pues lo ortodoxo es que enfrente solo a sus tribulaciones hasta dar salida a sus ocurrencias, pero ahora haré una excepción y someteré al criterio público las diversas opciones que tengo para concluir felizmente este relato. Ojalá no le falle su gabinete. Nadie es indispensable ni existen súper hombres, ni súper mujeres que resuelvan los problemas estructurales con su solo prestigio. Rocío Nahle García aseguró que la entidad tendrá nivel político que emana de un movimiento transformador, 175 mil mdp presupuesto que ejercerá en su primer año. En política, como se sabe, nada es para siempre.
El tic tac del reloj se agota, resuena como una amenazante cuenta regresiva. Es hora de encarar la realidad, no sobra, falta tiempo para hacerlo.
En otro contexto "A rey muerto, rey puesto" ¡Y de qué manera! Trump y sus "republicanos" no sólo barrieron con la Casa Blanca, sino con el Congreso, y de 11 gubernaturas en juego triunfaron en ocho. El poder en serio. Por una serie de errores en cadena, el Partido Demócrata perdió el apoyo popular que antes le era fiel. Algún día le sucederá a los republicanos. ¿Cuándo? Eso nadie lo sabe. Lo que es un hecho, Donald Trump logró realizar su propósito de regresar al poder.
Regresa con toda la sed de revancha que le causó su anterior debate. Así retoma Trump a la Casa Blanca. Que nadie piense que las "amenazas" del hombre de la cabellera naranja solo eran bravatas de campaña. Lo decía en serio, sin importarle su veracidad o su mentira. Tratará de cumplirlas siempre y cuando le convenga Trump no hará nada, absolutamente nada, que vaya en contra de sus intereses, por más absurdos que puedan parecer. A nivel nacional e internacional. En el último rubro México ha sido, y continuará siendo, uno de los blancos preferidos del magnate, aunque el caso de China sea el de mayor importancia estratégica. El hombre de los corbatones gigantescos y colores chillones, suele despreciar a sus interlocutores, sobre todo a las del sexo femenino. Su pasado lo demuestra. No es algo que se suponga, es lo que ha hecho en muchas ocasiones. La ex cancillera alemana, Ángela Merkel supo, de primera mano, de lo que estamos hablando y, el mandatario francés, Emannuelle Macron tuvo que apretar su diestra para que el magnate respetara a su par galo.
En estas condiciones, es conveniente analizar, con sumo cuidado, la formación del próximo gabinete presidencial de Trump. El próximo 47 presidente de E U A sabe que el tiempo no es infinito, que 4 años transcurren como un suspiro. No puede desperdiciar ni un segundo. Ya lo anunció. Será dictador un día. Ojalá no fuera así, pero ahora ya se sabe que a Trump hay que tomarlo en serio. No es juego. Trump estructura un gobierno de "mano dura". La inmigración y con el vecino del Sur-México.
Trump premió la lealtad de Rubio, y le dio el liderazgo de la política del terror, ejemplificando su modus operandi.
En las películas hollywoodenses sobre desastres naturales o invasiones extraterrestres, siempre ocurre un final feliz: los volcanes se apagan repentinamente, los humanos descubren cómo derrotar a los alienígenas, el meteorito se parte en dos y no acaba con el mundo, el diluvio cesa y sale el sol.
Quizá eso es lo que algunos están esperando que ocurra con las amenazas de Donald Trump de llevar a cabo la "deportación" más grande de la historia. Que a la hora de la hora, el recapacitará y se dará cuenta de que su promesa de campaña de sacar de Estados Unidos a cientos de miles de personas que viven y trabajan allí sin permiso no es solo inhumana, sino impráctica, costosa e inconveniente. Pero si uno mira las señales, tiene que concluir que Trump no está jugando. Está decidido a cumplir su amenaza. Se vale esperar lo mejor. Lo que es un error es no prepararse para lo peor.
En otro orden de ideas el periodismo es muy importante para cada democracia desde los albores del uso masivo de las redes sociales ha existido una fuerte interrelación entre las mismas y el poder político. Sin embargo, dicha convivencia no ha sido en absoluto uniforme, ha sido cambiado con el transcurso del tiempo, pero sobre todo conforme a las necesidades de los actos políticos y de los dueños de dichas redes sociales.
En primer lugar, está la etapa del optimismo digital, donde las redes sociales son percibidas como herramientas para ampliar la participación política, la libertad de expresión y la democracia. Así Larry Diamond acuñó el término tecnologías de la liberación para referirse precisamente a las tecnologías de la información y la comunicación que ensanchan la libertad pública, social y económica. A esta fase corresponde el fenómeno digital de Barack Obama y la primera árabe.
En este 2024, los dueños de las redes sociales, los barones de la Internet, decidieron dejar las sombras y dar un paso adelante en la lucha por el poder político.
En esta más reciente etapa de la relación entre redes sociales y el poder político, los barones de las redes sociales han dejado claro que ya no están dispuestos a ser simples espectadores.
Ahora son parte activa de la disputa y están muy dispuestos a hacer uso del control que tienen sobre las redes sociales para incidir directamente en la contienda política.
Para finalizar recuerde en la Historia, como en la vida, suelen confundirse normalmente las causas con los motivos; tomamos unos por otros con tanta facilidad que los procesos pierden sentido porque parecen caóticos. pero la historia tiene leyes que actúan sobre nosotros independientemente de nuestra visión o interpretación del mundo.
A través de ellas podemos conocer las causas y actuar congruentemente sobre cualquier proceso social y humano. No pretendo adentrarme aquí en el análisis de éstas leyes, simplemente busco poner de relieve la implacable certeza de la necesidad histórica, más allá de las interpretaciones parciales que los historiadores puedan formular. Así pues, si queremos comprender el significado de la Revolución de 1910 es preciso ir más allá de la dictadura porfirista, a la que normalmente se le estudia como causa última, sin dejar por ello de considerar el importante papel de detonador qué significó.
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